Podía ser la brava, pero finalmente fue la mansa. El juego de palabras entreverando las playas más famosas de Punta del Este sirve para definir, a la perfección, la temporada de verano de la ex modelo Daniela Urzi. Instalada en el balneario uruguayo con su marido, el manager de futbolistas Pablo Cosentino, y su hijo, en algún momento se temió que pudiera cruzarse con Nicole Neumann, otra que descansa por aquellos lares exclusivos y a quien, una vez separada de Poroto Cubero, se la indicó como compañera de aventuras afectivas de su esposo. Finalmente no hubo contacto ni escándalo, aunque la posibilidad cruzó el aire esteño varias veces a lo largo de este enero que se va despidiendo.
La crisis que afecta a la economía argentina golpeó a todos los destinos turísticos este verano. Hubo más movimiento interno, es verdad, pero la gente gastó menos plata que otros años. Ni hablar de irse afuera. Viajó mucho menos gente, y los balnearios uruguayos son los que más notaron esa merma de afluencia. Los que fueron, claro, es porque no tienen problemas de guita. Pero como cada vez son menos, hasta sobre la arena se notó que había más lugar que otras veces. La Urzi y los suyos están lejos de sufrir penurias financieras. Les va bien y lo disfrutan. Y cada vez que pueden –aquí o allá, porque también van a Miami y también conocen el verano europeo– broncean sus cuerpos bajo el sol fulgurante. Elegante y sofisticada, ella nunca dejó de aparecer por la playa con sombrero y lentes oscuros. A los hombres del clan, en cambio, no les importaron mucho los accesorios. Se relajaron y hasta se dieron unos cuantos chapuzones. La pasaron fenómeno cerca del paraíso. Y esta vez también del peligro, aunque finalmente, y por suerte, no pasó nada.
Daniela Urzi y Pablo Cosentino en Punta del Este
Daniela Urzi y Pablo Cosentino, lejos de Nicole
