Se sabe: en ciertos círculos, el darle distintos usos a la placenta es algo bastante divulgado y extendido. Así lo hizo saber el actor adepto a la Cienciología Tom Cruise, al contar que quería comerse al plato la de su hija Suri.
Y ahora, nuestra Agustina Kämpfer contó en el programa que conduce Flor Peña en Telefe que ella aprovechó, y de mil maneras, la que expulsó luego del nacimiento de su hijo Juan.
Hay que reconocerle que la hizo rendir a pleno: “Hice de todo”, admitió Agustina durante el Desafío intragable en Flor de equipo. “Con la placenta de Juan hice un frasco de pastillas, a base de la placenta, y las tomé en el puerperio”, arrancó, tranqui, pero aclaró que no las hizo ella, sino que la fueron a buscar a su casa e “hicieron el trabajo”.
“Hice también tintura madre, armé flores de Bach en un frasco grande y se las di mucho a Juan durante la cuarentena estricta”, siguió. “¿Para las defensas?”, quiso saber Flor, intrigada, a lo que ella le explicó que “es como un volver al origen, un tratamiento emocional”.
Pero dijo más: “También hice juguetes para Juan, por ejemplo un tamborcito, que está hecho con una parte que es como una especie de cuero de la placenta, una lámina. Es un objeto de poder”.
“También hice juguetes para Juan, por ejemplo un tamborcito, que está hecho con una parte que es como una especie de cuero de la placenta".
La periodista agregó que, después de todos estos usos que le dieron al órgano, todavía les sobraba “un poquito” de placenta para aprovechar. Pero... pasaron cosas: “La íbamos a plantar, lo dejé en el freezer y un día me desapareció: no sé si la señora que trabajaba en casa se confundió y lo comimos o lo tiró pensando que era un pedazo podrido”.
¡Muy rico todo!
