Alfa quizás nunca se imaginó al entrar a Gran Hermano que tendría que intentar dormir con una pareja de tórtolos abotonados como si no hubiera un mañana, teniendo sexo a metros de su cama.
Eso es lo que pasa desde que Thiago y Daniela tuvieron su fogosa reconciliación y comenzaron su maratón sexual por toda la casa. Hasta que Walter Santiago se hartó y, al no poder conciliar el sueño, decidió ponerles un freno, primero, prendiendo la luz para hacerles notar que se había despertado.
Cuando Thiago le pidió que apague, Alfa les dijo que se fueran al cuarto vecino y se descargó: “Es insoportable el olorcito. Yo no jodo a nadie, Thiago. Andá a coger allá al lado. Si a vos te gusta… yo no soy un perrito que hago cosas en todos lados. Quiero dormir”.
¿Y qué le dijo el joven de González Catán? Se re calentó, le dijo que tenía “envidia” y que no eran modos. “No papi. No estoy loco ni me estoy confundiendo. Me está dando por los huevos que me tomen de boludo. Respetame”, respondió él.
“Yo estaba durmiendo sin joder a nadie”, insistió Alfa, después de llenar el dormitorio de desodorante de ambiente y cortar de cuajo el momento íntimo de los chicos que, parece, está complicando la convivencia más de lo esperado.
“Hay muchos problemas en la casa por los gritos, los jadeos. Pónganse un poco en el lugar. Además, los acusan de haber manchado los almohadones del living”, reveló Marcela Tauro en Intrusos sobre esta pasión de Thiago y Daniela que genera muchas sospechas entre los participantes y televidentes.
“No pregunté si era semen o qué, pero bueno, eran restos…”, completó Marcela, escandalizada por las consecuencias de la pasión para el resto de los hermanitos, a lo que Maite Peñoñori agregó: “A mí me dijeron que ella es medio gritona”.
