Alfredo Silva: “Por el cariño, ya me olvidé del sufrimiento que me provocó el bullying…” – Revista Paparazzi

Alfredo Silva: “Por el cariño, ya me olvidé del sufrimiento que me provocó el bullying…”

Nació con una malformación de cráneo que le alteró la ubicación natural de los ojos y transitó su niñez con la cruz de las burlas. De adolescente lo operaron y el destino del humorista, que la rompe con sus chistes en TV, cambió para siempre. Conocé su historia.
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La memoria de Alfredo Silva (49) es tamaño XXL. Como una suerte de disco rígido especialmente diseñado para almacenar información en grandes cantidades y al mismo tiempo ir tirando lo que no sirve a la papelera de reciclaje. “Yayo me bautizó ‘la ametralladora del humor’, porque dice que no paro”, asegura este hincha de Ferro que se crio en Benavídez y que diariamente saca lo mejor de su caudal artístico para despertar las carcajadas del público, con historias de comicidad perfectamente caracterizadas y ese plus que lo diferencia del resto por una malformación física congénita.

Eso es Silva: un “contador de chistes” que combina talento y profesionalismo, aunque también picardía para reírse de sí mismo, como si sus shows se desarrollaran frente a un espejo. “Tenía uno ojo tan desviado que cuando lloraba veía que una lágrima se me iba a la espalda. Era raro”, cuenta Silva, obviamente con el sello gracioso que trajo de fábrica y la finalidad de desdramatizar el síndrome de Crouzon (“rara enfermedad de origen genético que provoca deformación del cráneo y de la cara”, según Wikipedia) que lo afectó desde su nacimiento hasta su adolescencia.

Así no...

“Sufrí mucho bullying. Fue muy jodido todo, la escuela y la convivencia. Yo era chico y costaba adaptarse a ciertas cosas. Me operaron a los 18 años, y por suerte todo cambió. Hoy sólo tengo algo de estrabismo”, confesó el humorista, que pisó por primera vez un estudio de televisión de los “grandes” de la mano de Anabela Ascar, se consolidó con Johnny Allon (aún sigue en el staff) y actualmente la rompe con sus participaciones en Peligro: Sin Codificar, Carna a la parrilla y Polémica en el bar.

SILVA DICE QUE EL HIZO REIR HASTA A RIQUELME.

“Soy muy agradecido a gente como Gustavo Pavan, que fue mi gran consejero, Esteban Mirol, Pichu, Pachu, Yayo, Carna, Pablo Muney, Diego Korol, Alacrán, Mariano Iúdica, Gustavo Sofovich, la misma Anabela… Todos me ayudaron mucho a crecer y ganarme humildemente mi lugar”, manifestó Silva. Pero, claro, antes de desembarcar en la comodidad de canales como América o Telefe, el cómico debió remar bastante, aceptando realizar presentaciones en casas particulares e incluso en lugares inhóspitos y peligrosos.

Pasado agridulce

“Recuerdo una ocasión que fui a Sarandí, bajé del tren con el traje y el parlante, y me apretaron con un arma. Mis herramientas de trabajo eran lo único que tenía y me agarré a piñas. Terminé todo ensangrentado en medio de la avenida pidiendo auxilio. ¿Qué pasó con el show? Fui igual. El dueño de la casa me pagó doble y me mandó de vuelta en un remís… Tengo varias anécdotas. Una vez en Santa Fe, en pleno show, se cruzó un puma salvaje por al lado mío. Y ni hablar cuando me mandaron a animar Boca - Villarreal en la Bombonera. Me puteaban todos… ¿Cómo lo solucioné? Tuve que ponerme a cantar con el micrófono `dale bo, dale bo´, así levanté a la gente y me ovacionaron”.

Silva se arregla con poco para conseguir mucho. “Yo lo vi a Riquelme, que dicen que nunca se ríe, pegarle piñas a una pared, descostillado con mis chistes”, se enorgullece el humorista, que la pasó mal en su niñez, puso el pecho en la adolescencia y hoy, como Juan Román, se siente “felí” por vivir este sueño XXL.

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