Todo lo que concierne a Wanda Nara se torna en un misterio, con esa fascinación de mostrar un ápice y dejar librado a la interpretación de cientos de sus aristas personales. Así nunca terminó de aclarar sí avanzó el divorcio con Mauro Icardi o si con L-Gante solo la unió una amistad.
Esas maniobras en redes sociales posibilitan diversas conjeturas, como considerar que su estadía en Argentina hace meses, y con sus cinco hijos, implicaría un cambio sustancial de vida para ella y todo su clan. Claro que tampoco especificó nunca que planea hacer con sus pequeños sobre si regresarán a Turquía o se quedarán acá.
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Ahora, Ana Rosenfeld apareció en el plano público para oficiar de vocera y tratar de describir con mayores precisiones el estado actual de situación de la separación de Wanda, que dicen se fue a Dubai con un ex compañero de Icardi, y Mauro. En primera instancia, la letrada sorprendió al aseverar: "El diálogo no está cortado".
Y añadió que procura que el divorcio se produzca en buenos términos: “Sigo bregando para que todo esto se pueda resolver de la manera más pacífica”. Ante los rumores de una exigencia de Icardi de pelear por la custodia de sus dos hijas, Ana sostuvo: “Dijeron que quería tener la tenencia de sus chicas y no me consta".
Y en ese diálogo con A la tarde, la abogada sacudió todas las estanterías al soltar un vaticinio, que se fundamenta en su conocimiento íntimo de la pareja: “Hay un 80% a 20 de posibilidades de que van a terminar juntos". ¿Qué? Tremenda revelación, porque infiere que la reconciliación es una probabilidad, más allá que nadie la imaginaba.
Aunque también aseveró que estuvo presente en el momento en que Wanda firmó los papeles de separación: "Wanda fue muy clara en el mes de octubre pasado firmó su separación personal y la envió delante mío a Italia que es el juez competente". ¿Entonces?
