Se retroalimentan. Esa enemistad como la de Lex Luthor y Superman continúa entregando nuevos capítulos, así como en algún momento se configuró en una armonía aparente. Jorge Rial y Ángel de Brito configuran una relación tensa, llena de episodios de toda índole.
Esos dardos venenosos que se lanzan de un rincón al otro, esas finas ironías que se prodigan tanto al aire, como en las redes sociales, han sustentado un vínculo muy singular. En algunos momentos, los dos también se regalaron elogios y flores por sus capacidades profesionales.
Claro que no se termina de entender en su completud si prevalece un encono o una admiración, si talla más el respeto o las agresiones por los distintos modos de conducir y ejercer el periodismo de espectáculos. Ambivalente, cambiante, así es su feedback.
Una de las situaciones más anheladas por los fanáticos de Jorge y Ángel se centra en disfrutar de una charla al aire, de un encuentro a solas televisivo. Una apuesta, o una especie de promesa que Rial le extendió a de Brito hace un tiempo, cuando estalló el Wandagate.
En esa época de ebullición por uno de los escándalos más resonantes de la farándula de todos los tiempos, el hombre de LAM habló en el ciclo radial del creador de Intrusos. En ese diálogo pactaron una retribución con la presencia de Jorge en lo de Ángel.
Por eso, en las redes sociales, y a través del feedback con sus seguidores, de Brito exhibió la pregunta de un usuario: "¿Cuándo Rial en LAM?". Eso ofició de puntapié para una revelación impresionante, porque Ángel explicó el motivo de Jorge para no ir a su programa: "No tiene problema conmigo, pero no quiere pisar América".
