Pasó esta misma semana: el tristemente célebre edificio de la empresa Iron Mountain volvió a incendiarse, como en 2014. En el programa que conduce Jorge Rial en C5N tocaron el tema, y Paulo Kablan, panelista del ciclo, recordó que estaba en ese mismo estudio cuando los depósitos se prendieron fuego por primera vez en un incidente que se llevó la vida de 10 personas. ¿A qué viene todo esto? A que Kablan es un "histórico" de la emisora, por eso cuando escribió para reprocharle a Carlos Maslatón que haya "canchereado" al mostrar cuánto cobra como panelista de "Duro de Domar" pareció brotar de ese tuit su voz aguda y potente haciendo "tronar el escarmiento".
Más allá de alguna que otra aparición por cuestiones vinculadas a la política (alguna vez militó en la UCEDE de los Alsogaray) o de la economía (tiene conocimientos en la materia y fue uno de los primeros en hablar del "mundo cripto) Maslatón no era una figura de la televisión o de los medios como sí lo es ahora, cuando por su "actividad en las redes sociales" suele ser tendencia, noticia permanente u hombre de consulta de los más reconocidos y afamados periodistas.
El pico de popularidad que logró en el Mundial de Qatar, cuando intentó batir el record de presencias en los partidos de un evento de ese tipo, y su cada vez más conocido gesto de "proceda" que muestra en casi todas sus fotos le abrieron la puerta a su primera oportunidad como miembro "estable" de la televisión: lo convocaron para el rearmado de Duro de Domar, un ciclo con bastante trayectoria que regresó a la pantalla ahora por C5N y con la conducción de Pablo Duggan.
Maslatón es bastante sincero en su día a día tuitero: nunca esconde nada. Puede hablar sin tapujos de las desaveniencias conyugales con su esposa Mariquita Delvecchio, de sus simpatías futboleras, de sus excéntricos y frecuentes viajes a cualquier rincón del mundo, de sus gustos más llamativos, de su preferencia por la comida gustosa y en cantidad (allí "viralizó" la palabra "masacrar" como sinónimo de arrasar con cualquier pieza de morfi que se le ponga enfrente) o con el dinero, como sucedió en las últimas horas cuando mostró la factura que le mandó al canal en concepto de honorarios por el mes de marzo: 605.000 pesos. Casi nada.
PAULO KABLAN LE REPROCHO A CARLOS MASLATON CANCHEAREAR CON LOS 605 MIL PESOS QUE COBRA EN C5N
Al ver la cifra, la periodista Natalia Volosín utilizó "el francés" para dejar en claro qué sensación tenían muchos. "Los otros panelistas de la televisión argentina cortándose la chota en 3,2,1", escribió para dejar en claro que la enorme mayoría cobra menos (o mucho menos) de esa cantidad. Maslatón tomó nota pero en su respuesta, quizás haya "canchereado" más de lo aconsejable. "Veo que considerás que es mucho, Natalia. Entiendo que el periodismo honesto sea en el siglo XXI una actividad muy bearish. A mi este ingreso simbólico me permite pagar el taxi ida y vuelta a C5N y pasar por un bar a la salida. Técnicamente, cubro los costos. Es carga pública", escribió "Masla".
Al advertir cierto tono "sobrador" de Maslatón, Kablan se le fue al humo. "Carlos, sepa usted que me alegro que le paguen lo que necesita para el taxi y el bar. Pero créame que en esta noble actividad del periodismo hay muchos, incluso sentados a su lado, que no le pagan taxi y trabajan muy bien aunque tienen que vivir con menos. No les falte el respeto", lo conminó. Maslatón tampoco se quedó callado. "Kablan, estoy aquí porque me lo pidieron. Stopeo, no busco trabajo en los medios, lleva mucho tiempo y lo tomo como carga pública. Mas quiero pagarme los costos. Hablaré con los jerarcas de C5N, no quiero incentivar enfrentamientos sindicales. No soy comunista. Soy capitalista", le explicó. ¿Quién para?
