Cuando todavía la pareja no se había terminado de acomodar a la llegada de Donatello, Noelia Marzol ya había anunciado que estaba otra vez en la dulce espera y que esta vez, era una nena. Así fue como llegó hace casi dos meses Alfonsina, la segunda y hasta ahora hija menor de la bailarina y el futbolista Ramiro Arias.
Después de mostrarla en redes de manera velada, Noelia Marzol presentó a su hija en sociedad con varias fotos y contó cómo lleva la maternidad de dos criaturas. “¿Cómo es ser mamá de dos? Me están volviendo loca. Ya nos vamos a acomodar. Era un poco lo que esperaba, sabiendo que iba a tener dos bebés en casa no imaginaba algo relajado”, aseguró la bailarina, que hizo un rotundo cambio de look.
“Cuando tengo a Alfi a upa, lo va a buscar al padre, le da la mano y le señala a la beba para que la agarre. Es su forma de expresar que necesita sus tiempos conmigo solo”, dijo refiriéndose a los celos que puede llegar a tener Donatello, el mayor de sus hijos, que aún no llegó a los dos años de edad.
“Me encanta ser mamá. Tendría 80 hijos. Aunque todavía estamos en cuarentena. Es que sino estás pendiente de ellos. Siempre hay algo para hacer: darle la teta a una, que el otro coma, llevarlo al jardín. Hay que coordinar muchas cosas por día”, agregó.
“Nunca pensé que iba a tener esta versión, que me iba a encantar tanto ser mamá. De chica jamás lo proyecté, se me despertaron las ganas con el tiempo. Tampoco me imaginaba como una mamá tan pendiente, con ganas. Me sorprende de todas maneras”, admitió Noelia Marzol al hablar de su maternidad.
“No quiero postergar ni dejar de hacer mis cosas. Y si lo disfruto es justamente porque puedo hacer las dos cosas. También necesito distraerme, pensar en algo más que no sea solo Donatello y Alfonsina, sino siento que me quemaría la cabeza”, comentó la bailarina y estrella de Sex.
ALFONSINA, LA SEGUNDA HIJA DE NOELIA MARZOL
Finalmente, Noelia Marzol contó las diferencias que hay en la crianza del primer hijo a su segunda: “Dejas de sentir tanto miedo, de estar tan pendiente. Con Doni no dormía a la noche, él estaba bien pero yo tenía miedo de que se ahogase, que no pudiera respirar. Y eso no me pasa con Alfonsina. Hay un montón de cosas con las que te relajas y dejas de obsesionarte”.
