Tras años y años de caminar a la par de la China Suárez, y dos hijos que iluminaron ese lazo, Benjamín Vicuña se cansó y hace unos meses sacudió el tablero al decidir separarse de la actriz. Una noticia rimbombante, que generó un sismo en la farándula.
Una ruptura que se produjo en septiembre y que abrió las puertas a un verdadero caso de interés, por el tamaño de ambas figuras y por el morbo de intentar indagar en los argumentos para disolver un vínculo tan profundo. Aunque nunca trascendieron en su totalidad los motivos que tallaron en la balanza.
Desde ese hecho disruptivo, el trasandino no imaginó que el destino le depararía una sorpresa mayúscula, como aquel guiño que aconteció en el jardín de la mansión de Pampita, en una tarde de verano cuando cruzó miradas y sintió el flechazo por Eli Sulichin.
Benja se zambulló de lleno en entregarse al amor nuevamente y vive un presente soleado en lo personal. Claro que resguarda al máximo su privacidad y por eso la joven de 32 años prácticamente no afrontó los micrófonos de la prensa, así como apenas se dejó captar por las cámaras.
Ese comportamiento despertó la intriga del público, que desea conocer los motivos que motorizaron a Vicuña para mantener bajo llave su noviazgo. Y finalmente se supo la razón, el verdadero argumento del actor para tomar este sendero de bajo perfil.
En una nota con Intrusos, Vicuña reveló el misterio: "Estoy contento. Trato de no hablar mucho con ella porque la cuido. Saben que no es del medio por eso mismo trato de mantener su mundo pero estoy contento. Es una mujer muy linda y estoy muy feliz".
