Poseedor de un perfil único, distintivo y disímil a todos sus correligionarios. Boy Olmi escapa a los cánones de la media en su expertise, la actuación, y mucho más en MasterChef Celebrity.
El artista se destaca notoriamente en el reality, no solo por su personalidad, más relacionada con un ser pensante, interesante, sino también por su muy buena mano para la cocina. De hecho, muchos de los televidentes lo adoptaron como el preferido.
Olmi también tiene un brillo especial por su historia de amor, con la archiconocida Carola Reyna, otra interprete de calidad y muy querida en el ambiente. Los dos se muestran en cada entrevista pública como una pareja disonante, en la que prima el amor, el entendimiento y la afinidad.
"Siempre me llamó la atención, era amigo de mis amigos y yo pensaba ‘mirá a este tipo'", contó Reyna.
Para conocer la génesis de esta maravillosa historia de unión hay que retrotraerse hace mucho tiempo, que además incluye una particularidad, porque no fue tan sencilla la decisión de caminar juntos a la par.
Reyna explicó bastante de ese flechazo con Boy en un almuerzo con Mirtha Legrand. “Siempre me llamó la atención, siempre me pareció un personaje extraño. Era actor pero no encajaba con el típico actor. Me acuerdo que se había ido a México a grabar una novela y en ese momento se puso a filmar el backstage, se entretenía con la mega producción que metió Televisa. Llegó acá y lo presentaba en lo de Badía y yo pensaba ‘mirá a este tipo’”, exteriorizó.
"Una vez lo ví a la salida del teatro y recuerdo haber pensado: 'Todavía no'", confesó Carola.
Dentro de esos primeros momentos de atracción , Carola agregó: “Me parecía interesante. Era amigo de mis amigos, siempre me gustaba”. Claro que lo más llamativo, que incita a pensar en una jugada del destino, la actriz confesó: “Lo ví por primera vez en la puerta del Astral. Los ojos turquesa me encandilaron. Él tenía un saco con una chapa de nácar, muy particular. Recuerdo haber pensado: 'Todavía no'”.
La certeza de lo intangible jugó su papel, porque la artista presintió que algo iba a pasar. Así llegó el quid de la cuestión, el episodio de confirmación del amor. “Me lo crucé tomando un helado, después me llamó para trabajar juntos en un programa de viajes, pero yo estaba embarazada. Y cuando hicimos juntos la telenovela Apasionada caímos rendidos. El día que empecé a grabar dije ‘listo’. Lo miré y no pude evitar sentir lo que sentí”, describió Reyna.
