Explotó definitivamente. El Wandagate alcanzó el punto más álgido y polémico, cuando parecía que no existían más detalles para sumarle a esta historia tremenda que protagonizaron la China Suárez y Mauro Icardi. Ahora el foco se centra en la infidelidad consumada.
Esas presunciones de un vínculo en el plano digital ya no cuadra en todo esto. Wanda Nara creyó en los juramentos de su marido, por eso lo perdonó. No obstante, la blonda recibió mails y llamadas que le detallaron todo lo que realmente sucedió entre María Eugenia y el delantero.
Motorizado en las informaciones de las fuentes que contactaron a Nara, se supo que Icardi y la China se las ingeniaron para sumergirse en la intimidad de un hotel en París durante el fin de semana del 25 y 26 de septiembre. Justo cuando Wanda viajó a Milán con Zaira para disfrutar de la moda italiana.
Y ese descubrimiento incesante de más pormenores del engaño, en las últimas horas brotó una confirmación picante, dado que se supo que el espacio elegido por Mauro para nadar entre sábanas con la China fue el híper lujoso hotel Le Royal Monceau-Raffles. El mismísimo lugar en el que residió Lionel Messi apenas arribó a París.
En ese raid de investigaciones, todo cuadra porque ese hotel tiene como dueños a los propietarios del PSG, lo que le permite a los jugadores del equipo disponer de ingreso ilimitado a sus comodidades, así que Mauro cuenta con línea directa con esa propiedad.
Buceando en las imágenes del Le Royal Monceau-Raffles se percibe todos los lujos habidos y por haber. Esas habitaciones espaciosas, decoradas al máximo con todo el nivel europeo y un baño configurado con espejos gigantes, mármol en el piso y una bañera increíble.
En ese dormitorio francés, repleto de beldades, habría transcurrido el encuentro fogoso entre la China y Mauro, para concretar todo el coqueteo que arrancó por redes sociales y que descubrió Wanda para ahora tomarse muy en serio la posibilidad del divorcio.
