Muchos fuegos de artificio, pero poca sustancia. Esa mentada reunión exclusiva en el lugar de los hechos, ese diálogo íntimo tan promocionado no se transmutó en una realidad poderosa. La entrevista de Susana Giménez con Wanda Nara desencadenó en un producto exiguo.
La estrategia de venta funcionó a pleno, a todo vapor, porque Telefe consiguió acaparar la atención de cientos de miles de espectadores, que detuvieron sus actividades para sentarse a divisar el descargo de la mediática. No obstante, el tránsito de la charla no alcanzó nunca un punto cenit, ni en el contenido, ni el tenor de las declaraciones de la esposa de Mauro Icardi.
Como si fuese poco, el delantero apenas apareció unos segundos en cámara junto a Wanda y no se lo escuchó esbozar ninguna frase. Claro que se jugó con la posibilidad de obtener mayores ganancias con la exclusividad de la plataforma Paramount+.
Ahora la táctica se focaliza en seducir al público a suscribirse a este servicio de streaming para ver la versión completa de la nota, así como otros raptos de Susana en París. Se prevé que en esa plataforma se exhibirán momentos más candentes, como un desconsolado pedido de disculpas de Icardi.
Para acceder a la producción audiovisual sin recortes, los espectadores deben pagar la membresía de Paramount+ cuyo valor asciende a 363, 42 pesos mensuales. Se anunció que el material se activará el venidero 30 de noviembre. La compañía, de los mismos dueños que Telefe, ofrece un descuento del 50% para los primeros tres meses, por lo cual el costo se podría reducir a 181,21 pesos.
¿Se vendrá una oleada de suscriptores? Por lo menos eso esperan en la compañía, aunque la escasa entrega en la televisión abierta puede jugarles en contra, por el disgusto generalizado que brotó entre los espectadores.
