Wanda Nara ya está aquí, en Argentina. Y como todo lo que hace capta la atención, su cumpleaños número 35 no iba a ser menos. Es que para celebrar esta ocasión, su entorno decidió homenajearla de una manera muy especial: con una fiesta sorpresa.
A Wanda no le importó ni el jet lag ni las horas de sueño que se debía: vestida para una reunión de trabajo en la noche porteña, la rubia se acercó al topísimo Presidente Bar, donde estaban todos sus amigos y seres queridos, listos para descorchar.
Baile, abrazos, regalos y muchos mimos para la empresaria tuvo esta celebración que para su momento cúlmine, el de soplar las velitas, contó con un detalle más que particular. Porque la torta era un increíble manjar realista, bastante bizarro, por cierto: ¡una cartera!
Así es: Wanda Nara pidió los deseos para su nuevo año soplando sobre una torta rosa chicle, idéntica a una de sus carteras favoritas de alta gama, una de las tantas que tiene en su inmensa y millonaria colección.
La torta-cartera, además, estaba rodeada de productos de su marca, Wanda Cosmetics, y la verdad que es una pena que no hayan quedado registros del momento del corte y la repartija. Wanda, necesitamos ver cómo “abordaron” esa extraño y, seguramente delicioso, exponente de la repostería.
Feliz con el sorpresón que le organizaron, la representante se olvidó por un buen rato de los disgustos que tuvo en los últimos dos meses, borró a la China Suárez de su cabeza, a pesar de que, apenas aterrizó ya "la apuró" en la tele, y se dedicó a bailar hasta altas horas de la madrugada.
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