Guido Kaczka siempre se las ingenia para construir entretenimiento, con ideas simples genera atracción, como si conociera a la perfección las claves para despertar interés en el público, que lo elige hace años como un líder, un verdadero tanque rendidor de eltrece.
Dentro de sus múltiples aciertos, el conductor depositó una confianza en Hernán Drago, que adquirió un rol protagónico, con su personalidad, esa capacidad de reírse de sí mismo y prestarse a todo tipo de juegos y actividades.
Con el viraje del ciclo, Guido optó en las últimas semanas en ofrecerles una vidriera a los emprendedores gastronómicos, que se acercan al estudio con sus platos. Ahí, el modelo desarrolla el rol de probador de las delicias y debe ponerle un puntaje, que en caso de coincidir con el participante le representa un premio.
Este lunes, Hernán cayó rendido a las beldades de unos panchos artesanales, de un tamaño distintivo y con un sinfín de aderezos, de todo tipo. El panelista se lanzó a probar y expresó: “Con que poco, tanto. ¡Qué rico!”. Mientras le daba mordiscos a ese platillo.
Claro que Kaczka detectó que no había optado por bañarlo en papas pay, lo que avivó a Hernán a aprovechar esa posibilidad y agregarle ese elemento característico. Con la cámara en un primerísimo plano de las mordidas se produjo un inconveniente.
Drago decidió girar y darle la espalda a la lente, porque algo le pasaba. Así que se tomó un tiempo para subsanar el contratiempo, hasta que pudo terminar de acomodarse. Tras unos segundos de tensión, Drago confesó: “Se me trabó una papa entre los dientes. No sé en qué momento se me clavó así”.
