La familia Ortega volvió a estar en el centro de la escena por un tema que excede a la fama y toca fibras muy íntimas: la salud de Martín, el hijo mayor de Ramón “Palito” Ortega y Evangelina Salazar.
A fines de abril trascendió que había sido internado en un centro especializado en adicciones, tras atravesar una etapa crítica de aislamiento. La información se filtró pese al intento del clan por mantener el tema en reserva.
Después de semanas de especulaciones y versiones cruzadas, fue Julieta Ortega quien decidió hablar. Lo hizo en una entrevista en Bondi Radio, donde confirmó la internación y detalló cómo atraviesan este proceso tan delicado. “Martín está bárbaro, muy bien, internado en un lugar que nos recomendaron. Él está aliviado y nosotros felices”, dijo, transmitiendo por primera vez un aire de esperanza.
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La frase que más resonó fue la que dedicó a sus padres, Palito y Evangelina: “Están tranquilos porque ahora saben en dónde duerme su hijo”. Detrás de esas palabras se percibe el enorme desgaste emocional que vivieron durante meses. La familia transitó un camino lleno de consultas, dudas y dolor, hasta encontrar un tratamiento que pudiera sostenerlo en el tiempo.
UN PROCESO LARGO Y DOLOROSO
Julieta remarcó que la clave fue la voluntad de Martín de aceptar ayuda. “Eso marca toda la diferencia”, aseguró. Aun así, reconoció que la repercusión mediática fue un obstáculo: “Nos costó mantenerlo en secreto. Apenas se supo, empezaron los llamados. Pero lo importante es que él quiere estar bien”.
La actriz de SEX no evitó hablar con crudeza sobre el contexto de las adicciones. “El que consume siempre se rodea de gente de mier... y se queda solo. Tenés que tirar el teléfono y empezar de cero”, afirmó. Para ella, esa red de contención hoy la forman sus hermanos, sus padres y algunos amigos verdaderos.
Martín, que en los años 90 trabajó como productor y tuvo vínculos con figuras como Cris Morena, se fue alejando de todo. Según Julieta, incluso de la familia. “Durante mucho tiempo no sabíamos cómo ayudarlo, y eso te desespera”, confesó.
La historia de los Ortega no es la excepción. Como muchas familias, enfrentaron el problema con miedo, amor y mucho aprendizaje. Hoy sienten que lo peor ya pasó, aunque no bajan la guardia.
“Ahora hay tranquilidad. Pero también cruzamos los dedos para que se cure”, resumió Julieta. Figuras como Lali Espósito, Gastón Pauls y Celeste Cid se mostraron solidarias con el caso. Una muestra de que, incluso bajo los reflectores, nadie está exento de sufrir en silencio.
