Los memoriosos conocen a Jorge Montejo por "Paolo el Rockero", el personaje con el que se hizo famoso en los años ochenta en sus apariciones en ciclos como Badía & Cía, Feliz Domingo, y películas como Los bañeros más locos del mundo.
Lo cierto es que Paolo, de alguna manera, siempre estuvo presente en la televisión argentina. Se lo vio además en De carne somos, El gordo y el flaco y, más cerca en el tiempo, en Siempre Sábado, Palermo Hollywood y Peligro sin codificar.
Pero no todo fueron risas, éxito, reconocimiento y dinero para este artista, que tuvo que luchar contra su adicción a la cocaína y otras problemáticas que lo llevaron a internarse en un neuropsiquiátrico años atrás y que hoy enfrenta un presente signado por otro flagelo: la falta de trabajo.
“Mi situación económica es estable pero estamos con muchas ganas de volver a hacer shows”, dijo Montejo, en diálogo con Juan Etchegoyen, por Mitre Live. El humorista aclaró que se siente con energía para volver al ruedo, algo que necesita para superar su estrés.
Paolo sueña con un gran regreso después del gran parate que impuso la pandemia a la industria del entretenimiento: “Hay unos ahorros que fui haciendo a lo largo de mis películas y trabajos, de toda mi carrera. Cuando se libere el tema de poder hacer shows ahí sí empezamos con todo”.
Siempre con humor, Paolo el Rockero aseguró que le pone onda a su situación. Cuando el periodista le preguntó cómo manejó el tener que dejar de trabajar por el contexto, respondió que “la llevó bastante bien”. “En una camioneta chiquita, en un utilitario”, dijo, sin querer ahondar en la angustia.
“Te estresa un poco lo mental. Cuando yo termino los shows, hago una imitación del Indio Solari con ´Jijiji´ y la gente queda impactada. Yo le digo a la gente seriamente, me saco la peluca, y les digo la verdad, si les saqué una sonrisa me puedo ir satisfecho”, señaló, y agregó: “Los aplausos son lo más lindo que puede tener un artista”.
"Cuando se libere el tema de poder hacer shows ahí sí empezamos con todo”.
Meses atrás, el actor habló de la pesadilla que vivió por sus adicciones. “Aquellos tiempos de oscuridad fueron un desastre, perdí mi trabajo y mis cuatro Harley Davidson", contó en una entrevista a La Nación, en la que se refirió a las internaciones, que arrancaron en 1999.
“El problema que me llevó a perderlo todo fue la cocaína, así que aconsejo a los chicos que no se agarren de eso, es terrible. Pero ya pasó, prefiero quedarme con los lindos recuerdos”, dijo aquella vez.
¡Qué le venga la buena! Se lo merece como todos los que luchan...
