Durante el transcurso de septiembre, Sebastián Estevanez reveló que sufrió un terrible accidente doméstico que lo obligó a permanecer en reposo y tomando diariamente medicamentos.
Con un posteo emotivo, el actor describió lo que padeció, por una impericia y mala fortuna: “Me explotó un bidón de alcohol cuando quería encender el fuego. Se me prendió fuego la cara, el cuello y la mano”.
Desde ese punto, el galán de telenovelas se sumergió en un tratamiento riguroso, concienzudo y a rajatabla. Así como cada tanto exhibió los avances de las mejoras en su estado en sus redes sociales. Pero faltaba una aparición pública para conocer más pormenores del infortunio.
"Le dije a mi mujer que llame la ambulancia porque no soporto más, porque me muero. No soportaba el dolor", detalló Estevanez.
Finalmente, Sebastián brindó una entrevista con el ciclo radial Agarrate Catalina y realizó un paso a paso de todo lo vivido en ese trance tan angustiante. “Estaba tratando de prender el fuego en la parrilla, que la tengo a un metro y medio de alto, con el bidón, que estaba por la mitad, por suerte. Con el chorrito me explotó en la mano, se me vino a la cara, la ropa, todo. Un desastre”, explicó.
Inmiscuido en relatar toda la experiencia, Estevanez continuó: “Me saqué el suéter porque se me estaba prendiendo fuego, en el piso había una campera inflable que se prendió fuego. Me había ido a la cocina que tenía una crema para quemaduras en la heladera. El dolor era algo que no podía soportar en la cara, en el cuello y en la mano”.
"El dolor era algo que no podía soportar en la cara, en el cuello y en la mano", narró Sebastián.
Sumergido en rememorar las sensaciones que brotaron en esos momentos, el actor expresó: “Internamente dije tengo que tratara de que se vaya el dolor, era lo único que pensaba era que no me duela más, porque no lo bancaba. Le dije a mi mujer que llame la ambulancia porque no soporto más, porque me muero. No soportaba el dolor. Empecé a caminar, hacia un poco de frío, pero sali al jardín, porque el frío me hacía bien”.
Evidentemente el padecimiento era enorme, por eso contó: “Cuando vino la ambulancia le dije que por favor me diera un corticoide, todo lo que tenga, porque me muero. Al otro día vino un cirujano amigo, que es un crack, me dio todo el tratamiento, me cortó toda la piel que me había quemado. En la cara la quemadura no fue tan profunda como la de la mano”.
