Alejandro Fantino se dejó guiar por sus impulsos, por sus deseos de moverse al ritmo de la música electrónica y captar todo ese rapto de intimidad para subirlo a las redes sociales. Un video divertido, en el que se lo ve en una faceta no habitual.
El comunicador aprovechó que estaba haciendo sus tradicionales rutinas de ejercicios físicos en las bondades de su casona en Nordelta y así con ropa deportiva y con el torso desnudo prendió el celular, mientras de fondo sonaba una melodía pegadiza.
Alejandro ejecutó un baile particular, con posturas muy especiales y sobre todo con un lenguaje en su rostro que llamó la atención. Y le agregó una frase escrita: “¡Afterbeach solo! Alone (solo)”. En esas palabras se engloba otra arista, que se vincula con una crítica del periodista a las celebraciones que se producen en la costa balnearia.
Fantino intentó lanzar un cuestionamiento a las grandes aglomeraciones que se realizan en estos días en los diversas localidades, con el foco en que ese accionar estimula al contagio masivo del coronavirus.
La finalidad de Alejandro se basaba en concientizar, una búsqueda muy loable, pero el modo lo derivó a la repercusión de las redes sociales, que en lugar de detenerse a pensar en el mensajes focalizaron en cómo se veía el comunicador en el video.
Así se dispararon una enorme gama de memes para burlarse de Fantino con posteos irónicos como: “¡Todavía no me recupero del video de Fantino!”, “Fantino y otro efecto adverso de la tercera dosis”, “El video de fantino me representa mas de lo que quisiera”.
