Se termina, ya se ve la recta final para el gran cierre. Gran Hermano ingresó en sus tramos decisivos y este domingo se producirá el shockeante momento del último eliminado por el público, para que solo sobrevivan tres participantes para la gala decisiva.
En la cena del sábado, típico instante en el reality en el que los nominados disfrutan de una comida espectacular, Nacho, Romina y Julieta se hicieron un juramento, una especie de acuerdo inquebrantable que causó emoción, algunas lágrimas y mucha emoción.
En plena charla, que obviamente derivó en las sensaciones de angustia porque alguno abandonará la casa, la ex diputada nacional soltó una idea a la mesa. Rápidamente todos aceptaron y coincidieron en la importancia de esa vibración en común.
Todo comenzó con la reflexión de la líder de la cocina, esa alma mater que todo lo controla con su arte culinario y su pulsión obsesiva por la limpieza. La de Moreno expresó a sus compañeros, mientras saboreaban unos ricos platos especiales: “El sábado que viene ya vamos a estar extrañándonos”.
CUÁL FUE EL ARREGLO QUE PACTARON JULIETA, NACHO Y ROMINA
Con esa semblanza y evidentemente movilizada por la certeza de que extrañará a esos convivientes forzados y que se han transformado en personas de extrema confianza, Romina compartió su idea al grupo: “Pero nos podemos hablar por teléfono”.
Al escuchar esa propuesta, Disney saltó inmediatamente de alegría, como quien detecta una aventura y rápidamente avaló a la ex legisladora y le agregó una mecanismo para continuar en contacto: “¡Sí, vamos a pasarnos los números! ¿Nos hacemos videollamadas?”.
Conmovidos, los tres acordaron conservar ese lazo amistoso, de afinidad y complicidad. Por eso Nacho exteriorizó: “Bueno, a mí no me gustan mucho las videollamadas, pero ¡dale!”. Y por su parte, Julieta confesó su pasión por ese canal de comunicación: “A mí me encantan las videollamadas, las hago todo el tiempo, a mi hermana Camila, a mi novio y a mi mejor amiga”. ¡Que no se corte!
