El dolor sobrevuela en el aire, se percibe, se huele y casi que se palpa. No existen palabras, sobran los términos y la racionalidad. Todas esas almas confluyen en un ritual, en un cónclave para homenajear a ese viajero que tanto amor prodigó y que iluminó la vida de cientos.
Gerardo Rozín apagó su luz el viernes, a los 51 años por causa de un cáncer cerebral, una batalla que ofreció, pero que no pudo superar. Desde ese instante decisivo, y angustiante, el mundo del espectáculo se nubló, aunque con la coincidencia de todos de la calidad humana del rosarino.
El velatorio del conductor de Telefe se desarrolló en el barrio de Almagro y recibió la visita de miles de personas, que se acercaron a ofrecerle la última despedida al periodista. Todos con la motivación de homenajear a ese hombre tan querido.
Durante las horas del servicio se percibió como famosos de enorme talla se trasladaron al lugar, así se encadenaron personalidades como Nicolás Repetto, Pablo Codevilla, Palito Ortega, Pedro Aznar, Beto Casella, Zaira Nara, Julieta Prandi y muchos más.
Tras el silencio respetuoso que rondó las inmediaciones de la casa velatoria, todo se transformó en otro tipo de ambiente cuando se retiraron los restos de Gerardo, para ser trasladados al cementerio israelita de Rosario. En ese momento todo viró.
La gente que se auto convocó espontáneamente, más los amigos y familiares, bañaron en aplausos al vehículo, en realidad a Rozín, para expresarle el amor, para agradecerle, para ratificarles que todo lo que hizo en este plano modificó muchas vidas.
Paparazzi captó todo lo que acontenció y pudo charlar con Zaira Nara, quien apenas pudo expresar: “Tengo muchas cosas para decir de Gerardo, pero estoy muy dolida”. Así como Romina Manguel manifestó: “Son 20 años de amistad, se lleva las carcajadas, las risas, se lleva lo mejor de una parte de nuestras vidas. Estamos todos rotos”.
IMÁGENES: CARLOS GONZÁLEZ.
