Cuando su nombre únicamente sonaba en los medios por trascender que la Justicia la había citado a declarar para explicar la utilización de los subsidios que recibió del gobierno kirchnerista para emprendimientos televisivos personales, Andrea del Boca (52) volvió a ser noticia. Y no por temas vinculados a su actividad como productora ni sospechas sobre negociados con plata oficial. En esta ocasión, la imagen de la actriz altamente compungida no tuvo que ver con eso. Su dolor fue consecuencia de una causa mucho más grave: el fallecimiento de su padre. Nicolás del Boca tenía 90 años y fue un eslabón indispensable en la carrera de su hija. No solamente por haberle inculcado la relevancia de especializarse en el espectáculo con responsabilidad y dedicación.
Además de eso, Nicolás, que era director de televisión y dio sus primeros pasos en el viejo Canal 7 en los años 60, fue quien estuvo a cargo de dos de las novelas más vistas de las últimas décadas: Perla negra y Celeste, siempre Celeste, que fueron protagonizadas por Andrea. Fue como el corolario de un extenso recorrido profesional, pues aparte de iniciarse como tiracables, su aporte fue fundamental para que se consiguiera poner en pantalla el primer partido de fútbol en vivo y en directo: San Lorenzo-River. Había nacido el 23 de febrero de 1928, y antes de vislumbrar ese hueco laboral que se abrió en el ex Canal 7 para dar una mano tirando cables, Nicolás fue obrero metalúrgico y fotógrafo de casamientos y de otros eventos sociales. Sus restos recibieron el último adiós en el cementerio Jardín de la Paz, en Pilar, y curiosamente la inhumación se desarrolló sin la presencia de famosos. Solamente sus seres queridos, además de sus amigos, pudieron estar presentes.
Fue decisión de la familia, lo mismo que despedirlo con aplausos y brindando con champagne. “En realidad lo que buscamos fue celebrar su vida. Recibimos igualmente incontables mensajes de actores y actrices, de gente que compartió programas con él”, revelaron desde su entorno afectivo más cercano. Visiblemente conmovida, Andrea prefirió el silencio y, pese a la numerosa cantidad de cámaras y micrófonos que la aguardaban a la salida de la necrópolis, no hizo declaraciones. Optó por respetar su duelo y procesarlo internamente, apoyada en su hija Anna Chiara y en su madre, Ana María Castro. Lucas, el primer nieto de Nicolás, quien solía acompañarlo a los estudios de grabación desde muy pequeño, le dedicó unas emocionantes palabras a su abuelo vía Facebook: “Gracias por la familia que me diste, la madre que multiplica tu amor infinitamente, por la abuela, la tía y el tío, y las primas y el primo, de los que sos responsable por poner en mi vida. Dejaste atrás un mazo de cartas alucinantes, lleno de ases con los que me he ganado la lotería. Hasta la vuelta, abuelo. Te amo”.
Andrea del Boca se retira del jardín de paz
Sin presencia de famosos
