Desde marzo hasta los últimos días, la salud de Soledad Aquino estuve en jaque y fue el motor de la preocupación de Micaela y Candelaria Tinelli, las dos hijas que tuvo con Marcelo Tinelli.
Lo que comenzó con un ingreso de Soledad a un centro médico por una hemorragia digestiva que se fue complicando con el correr de los días, incluyó mucho tiempo de tratamientos y de recuperación, en lo que terminó siendo una extensa internación.
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A principios de junio, en medio de una cadena de oraciones y de una intensa espera para que se concrete, Soledad fue operada para recibir el ansiado trasplante de hígado. Y el proceso de recuperación terminó pocas semanas atrás, a principios de agosto, cuando Aquino pudo recibir el alta en el Sanatorio De la Trinidad.
Desde entonces, para ella, sus hijas y el propio conductor de La academia de ShowMatch, que estuvo pendiente de su evolución y hasta la visitó en reiteradas oportunidades, no fue una noticia menor, claro que no. Felices, compartieron la buena nueva en redes sociales y lo celebraron, también, con los amigos virtuales que estuvieron atentos a las novedades tanto como el círculo íntimo, incluida Guillermina Valdés, que la visitaba en la clínica.
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Ya en la tranquilidad del hogar, con el sueño cada vez mas cercado de que todo lo transitado se vuelva un mal recuerdo, fue Mica quien, a través de su cuenta de Instagram, compartió la primera imagen de su mamá tras salir del sanatorio y luego de que Cande, su hermana, se hiciera un tatuaje en honor al milagro de la recuperación.
Publicó en sus historias una tierna postal donde se la ve a Sole muy recuperada, aunque todavía recostada. Con el rostro maquillado, la bijouterie puesta, las uñas de las manos pintadas y un dulce beso que Aquino le dedicó a la lente, Mica eligió esa imagen para mostrar cómo está su mamá, y la acompañó con unas amorosas palabras: “miren a la diosa de mamá”, que acompañó con tres emojis de caritas sonrientes con corazones.
