La historia sin fin, esa trama que no augura un desenlace, más bien pronostica una interminable continuidad. Luciana Salazar y Martín Redrado protagonizan un nuevo capítulo de su histórico enfrentamiento.
La modelo estalló en los últimos días contra el economista, a raíz de una determinación personal de coartar el pago sostenido en una clínica de fertilidad en Estados Unidos.
Todo se enrola en el ultimátum que recibió Luli Pop en su casilla de mail, una comunicación que le heló la sangre y le detuvo el aliento. El servicio de congelamiento de óvulos le aseguró que ya no percibían el abono mensual en dólares.
Ese gasto que asumía Redrado, sin explicación todavía del motivo, se frenó y Luciana podría perder esa posibilidad de conservar su material genético para activar otra vez la subrrugación de vientre.
A pesar de este revés, y la obligación de asumir con sus propios recursos el monto, parece que Salazar no abandonará esa vía. Todo lo contrario, se acaba de filtrar que planea convertirse en madre por segunda vez.
La novedad sobre el proyecto personal de Luli Pop surgió de Estefi Berardi, que en el ciclo de Carmen Barbieri narró: "Me dicen que los óvulos están congelados, no se cortó nada ni el pago ni nada. Hubo un ultimátum del laboratorio para que se pague en tiempo y forma porque hubo demora en los últimos meses y con diferentes tarjetas".
Hasta que la panelista contó con lujo de detalles la firme decisión de Salazar de traerle un hermano a Matilda el próximo año. "Ella llama mínimo dos veces por semana al laboratorio para asegurar que su cuenta no esté vencida y piensa seriamente llevarse sus óvulos a un laboratorio de California, el mismo que usó Ricardo Fort con el fin de ser madre en 2023, pero ya le dijeron que el procedimiento no es viable", aseveró.
