Cuando parecía que la novela entre Luciana Salazar y Martín Redrado ya no disponía de más capítulos y que había agotado toda la trama, apareció en escena una novedad explosiva. Una confesión impensada, encima en el plano público.
Desde el verano que estalló una guerra, un escarnio que tomó dimensiones insospechadas, a partir de la bronca de Luli Pop por la divulgación de una foto del economista con una expareja, Lulú Sanguinetti, cuando habían arreglado continuar su relación amorosa.
Luego llegó el tramo de la disputa judicial, con denuncias cruzadas, las mentadas conciliaciones que no llegaron a buen puerto y el conflicto latente entre las dos partes. Sin embargo, los datos nuevos que soltó Luciana abrieron las puertas a un escándalo mayúsculo.
Resulta que Salazar reconoció que le fue infiel al economista en reiteradas ocasiones. Así narró en pleno ShowMatch que estuvo con otros hombres durante su lazo con Martín y que el político le perdonó esos deslices.
En ese contexto, Luli Pop también bramó que no le interesa la vida personal del economista e incluso aseguró: “No volvería con él nunca más en mi vida. Por eso le fui muy clara cuando él insistió tanto esta última vez para volver y yo le fui sincera y le dije que no estaba enamorada y eso le generó inseguridad”.
Claro que eso no quita que Luciana pueda sentir una reacción incómoda al divisar las fotos que consiguió Paparazzi en exclusiva, esta serie de instantáneas que documentan la salida amorosa de Redrado de este domingo.
Martín decidió pasar un buen momento con Lulú Sanguinetti y se dirigieron al exclusivo restaurante Birkin de Palermo, un espacio muy codiciado. Ahí estuvieron los tortolitos un buen tiempo hasta que consiguieron mesa para degustar una rica comida y charla muy acaramelados.
