No fue teatro. En un estreno que sucedió en plena Avenida Corrientes, el Puma Gabriel Goity terminó a las piñas, a los gritos y a los insultos con quien fue director de la obra. Como la cosa amenazaba con desmadrarse definitivamente hubo que llamar a la policía, que al llegar se encontró con otra sorpresa: el que estaba entreverado entre los dos, separando a los contendientes pero también enredado con ellos, era Guillermo Francella, nada más y nada menos.
Según consignaron en Socios del espectáculo -donde Nancy Duré sigue llevando las informaciones más calientes y urgentes del ambiente artístico- la incómoda y violenta situación ocurrió en la sala más grande del teatro San Martín, acaso uno de los reductos más codiciados por los aristas de raza, poco minutos después de que se terminara la función debut de la obra Cyrano.
"Se trata de un proyecto -contó Duré- que se viene trabajando hace unos 11 meses, que significa mucho para la carrera profesional del Puma y que por distintas situaciones se fue postergando. Primero se iba a presentar en junio, después en septiembre y finalmente llegamos a noviembre. Uno de los motivos para que se atrasara tanto era la pésima relación de Goity con el director, Willy Landi. Las discusiones fueron en aumento hasta un punto en el que el Puma dijo "si no lo echan no sigo". Finalmente, Landy fue corrido y la que terminó dirigiendo fue la directora general del teatro".
Según la morocha, que la rompió toda en la reciente Paparazzi Fest con un vestido endiablado que hizo hablar a todo el mundo, "Una vez que concluyó la función, que duró cerca de tres horas, tras bambalinas se hizo como un coctel o brindis de celebración. El tema es que en el brindis apareció Willy Landy, el Puma lo sintió como una provocación y ahí se pudrió todo".
EL PUMA GOITY A LAS TROMPADAS EN UN ESTRENO TEATRAL: LO SEPARO GUILLERMO FRANCELLA
"Ahí tengo dos versiones distintas. Unos, porque hubo mucha gente, me dijeron que "casi" se van a la manos después de un momento de muchísima tensión. Pero otros me dijeron que hubo trompadas y todo, y no solo eso. Los gritos eran tremendos, ensordecedores, se decían de todo, y que abundaron las piñas. Incluso los tuvo que separar Guillermo Francella, uno de sus mejores amigos. Fue un gran escándalo", sumó Nancy.
Finalmente, aportó que "se puso tan espesa la cosa que debieron llamar a la policía. Había una situación de muchos nervios". A su lado, Adrián Pallares contó que se había puesto en contacto con Landy, quien le admitió que "quizás en la preparación de la obra no estuve al cien por ciento como tendría que haber estado por tener a mi papá enfermo". No, no fue teatro: obvio que hubo escenas... ¡Escenas de pugilato!
