Son dos copitos de azúcar. La imagen de la paz, el sosiego y la alegría. La calma ante todo. La sensación de que a cualquier situación, hasta la más grave o la más difícil, se le puede poner una capa de almíbar que por lo menos la endulce un poco. Sin embargo, Florencia Lattanzio, una de las "hermanas pochoclo y miel" de Gran Hermano, fue escrachada protagonizando un hecho violento en su rol de futbolista. Las imágenes de su "accionar" se viralizaron rápidamente.
Lattanzio es arquera y en la actualidad juega en Independiente, el "Rey de Copas" de Avellaneda. Incluso, cuando le abrieron las puertas de GH le mandó un saludo a Fabián Doman, el famoso periodista y conductor que hoy preside a la entidad "Roja", por permitirle participar del programa. Antes de desembarcar en Alsina y Cordero, fue parte del plantel de Excursionistas, donde se vio involucrada en el hecho que sacaron a la luz en las últimas horas.
"Excursio" es una institución esforzada y bastante sufrida del Bajo Belgrano, allí donde muchos se confunden el final de ese barrio con el comienzo de Nuñez. Su cancha queda en Pampa y Miñones, pero a pesar de tratarse de una de las zonas más coquetas de la ciudad muchos de sus hinchas, por lo menos los más ruidosos, se hacen llamar "Los villeros". Los muchachos juegan en la Primera C, la cuarta categoría del fútbol argentino.
A las chicas del verdiblanco les va mucho mejor. Ellas están en Primera, nada más y nada menos, y además disputan el superclásico barrial contra Defensores de Belgrano. Los varones, en cambio, ya llevan 6 años sin verse las caras con su archienemigo. Una tarde, con Florencia cuidando los tres palos, Excursionistas visitó a El Porvenir en su cancha de Gerli, al sur del conurbano bonaernse.
Excursio ganaba 2-1 y "El Porve" buscaba denodadamente la igualdad. Sobre el final, en la última jugada, la pelota estaba por traspasar la línea de gol y darse un beso con los piolines para establecer el 2-2 definitivo cuando Florencia Lattanzio metió la mano salvadora e impidió el empate local. Ella festejó con demasiada vehemencia su notable intervención y sus rivales no se sintieron agradadas con semejante manifestación de alegría contrastando con su amargura y su pesar.
Entonces, se armó la de San Quintín: la hecatombe total, una serie de escenas bochornosas y lamentables que mostraron, por ejemplo, jugadoras corriendo, tirando golpes de puño y puntapies y algunas, incluso, rodando por el suelo como si hubieran sido alcanzadas por una trompada de nocaut. La "jodita" le salió cara a Florencia: le dieron seis fechas de suspensión. Ahora en Gran Hermana se la ve tierna, sosegada, una seda. Pero antes era un fuego. ¡Atajate ese cambio, Gran Hermano!
