El Wandagate despertó el recuerdo de todo el episodio que atravesó Eugenia Tobal, quien padeció en primera persona el desenlace abrupto de su relación amorosa con Nicolás Cabré por la aparición de la China Suárez en la vida del actor.
Una historia muy sensible, con factores del calibre de una pérdida de embarazo de Tobal y sobre todo las secuelas profundas en su estado anímico por esa ruptura muy mediatizada. Fueron años complejos, de mucha introspección, hasta de una necesidad de refugiarse en el fuero interno.
Todo esto regresó a la palestra por la visita de Eugenia al piso de LAM, que se produjo en el contexto de la presentación de un nuevo ciclo que conducirá en eltrece. En ese entorno, y tras muchos minutos de una charla que se direccionó en lo profesional, surgió el tema de la China Suárez.
La actriz le habló a Cinthia Fernández sobre un hombre que le gustaría presentarle. En ese interín Ángel de Brito intervino: "Mirá que hace dos años que no tiene sexo". Esa frase despertó una confesión muy íntima de Tobal: "¿Y qué tiene? Yo pasé por un período similar. Casi dos años".
Claro, Eugenia se refería a ese periodo que llegó tras la separación de Cabré, a una etapa de una necesidad de curar heridas, en la que no gravitaba en su mente el deseo de enrolarse en la intimidad con ninguna persona. La panelista Pía Shaw indagó en esa decisión: "¿No te permitías nada, conocer a alguien, una salida?".
Para aportar un contexto de esos días, Tobal ponderó en las secuelas que también se manifestaron en su físico: "Ay chicos yo era una piltrafa humana. Había quedado muy flaquita".
