Se hizo esperar, y finalmente llegó. Virginia Gallardo se convirtió en la mamá más feliz del mundo. En horas de la mañana, Martina, su primera hija, se encontró con los brazos de la mujer que la llevó en su pancita durante nueves meses.
Si bien el parto estaba previsto para unos días antes, la beba quería disfrutar un tiempito más de los mimos y cuidados adentro de su pancita. Y tanto la actriz como su papá, el empresario turístico Martín Rojas, le hicieron caso a las recomendaciones médicas
A pesar de las ansiedad y de las ganas de conocer el rostro del amor que los terminó de convertir en familia, Gallardo se siguió dedicando a las tareas hogareñas y a divertirse en redes sociales. Entendía que no le quedaba otra que dejar correr los días
Hasta que la fecha de dar a luz llegó y después de un hermoso alumbramiento, la rubia y su marido son flamantes padres de una bella nena. Claro, al concretarse uno de los momentos más deseados y soñados de su vida, Vir dejó que los especialistas en salud revisen y atiendan a su hijita pero después no se quiso despegar un solo minuto de ella, aunque todavía se está recuperando de la intervención quirúrgica.
Y aunque, a consecuencia de la pandemia de Covid 19, la flamante mamá y la beba no pueden recibir visitas en la clínica porteña donde fue el nacimiento, si todo sigue avanzando como hasta ahora, en los próximos dos días, Gallardo y la pequeña Martu serán dadas de alta y podrán conocer juntas, a la par, la nueva vida que tienen por delante.
En el departamento de Palermo, la también modelo se encargó, hasta último momento, de la decoración y de dejar todo listo para darle la mejor bienvenida a su niña. La felicidad hecha mujercita.
