La denuncia de Calu Rivero sigue recibiendo avales. Darthés, cada vez ¡más solo! – Revista Paparazzi

La denuncia de Calu Rivero sigue recibiendo avales. Darthés, cada vez ¡más solo!

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Tuvieron que pasar cinco años. Ese tiempo demoró su herida en sanar, el mismo tiempo que necesitó la sociedad para estar preparada para escuchar. El de Calu Rivero no fue un grito aislado que quedó resonando en el vacío, su voz fue abrazada por muchas mujeres y se convirtió en un coro. Sororidad, esa palabra con la que hace muy poco nos comenzamos a familiarizar, pero que ya no pasa desapercibida. Una palabra que encierra en sí misma una nueva era. Se está gestando un cambio profundo que comienza a resquebrajar algunos manejos que se naturalizaban y que, en muchos casos, se silenciaban. Una complicidad tácita. Sororidad es solidaridad, es unión, es fuerza colectiva y es también abrazo. Es reconocimiento mutuo, saber que nos tenemos y esa comunión nos hace poderosas. Eso sintió Calu y, por eso, hoy tiene la fortaleza para denunciar los atropellos sufridos. Todavía no dimensiona la magnitud de lo que deja su testimonio, de las puertas que abrió a otras mujeres a relatar experiencias similares, pero sí sabe que su verdad ya no podía permanecer en silencio: “No soy muy consciente de la magnitud, nunca lo hice buscando un resultado, lo mío es una cosa muy personal. Siento que era una bomba de tiempo, en cualquier momento iba a salir. No estaba premeditado, pero estoy muy emocionada por cómo estamos cambiando como sociedad. Es un abrazo hermoso, porque hay escucha. Ahora no se duda de la palabra de una chica”, reflexionó Calu en la entrevista concedida en Intrusos.

Su testimonio fue un disparador que revolucionó el mundo del espectáculo: no sólo su compañero en la tira Dulce amor fue señalado por conductas impropias, muchas famosas salieron a dar testimonio de situaciones en las que sufrieron violencia por parte de compañeros, y también muchas salieron a respaldarla en un acto muy valiente y no ajeno a sufrir consecuencias. Pero justamente el relato de Calu viene a romper con esa espiral de silencio que genera el miedo. Miedo a perder un trabajo, a ser tildada de complicada, a enfrentarse con abogados mediáticos. Pareciera que ella no es consciente de la agenda que impuso en los medios, no se siente una facilitadora y sigue agradeciendo la solidaridad que se generó entre sus colegas: “Creo que animarme a decir algo que era tan común fue lo que conmovió, visibilizar algo que todos estamos acostumbrados, pero todos dejamos pasar”.

Calu se refiere a Juan Darthés, pero sin mencionarlo nunca durante la entrevista, algo que sus abogados le recomendaron. Tampoco relató los detalles de la conciliación a la que asistió y de la cual no se llevó lo único que anhelaba por parte del actor: un pedido de disculpas: “Sus hechos y sus excesos inapropiados me hicieron mucho daño, si tengo que decir lo que mas me dolió es su respuesta de ‘ok, no lo hago más’ y que lo siguiera haciendo”.

Luego relató la odisea a la que se tuvo que enfrentar durante cuatro largos meses en los que, a pesar de sus pedidos, la conducta de Darthés no se modificó: “Estas en un set de grabación por grabar y cuando algo pasa y le decís ‘no me gustó lo de recién’ y lo vuelve a hacer en la escena siguiente… Me considero una buena persona y, en ese momento, hasta cuidé de qué manera decírselo, de qué manera no hería su ego, no generaba incomodidad en un set de grabación”, relató, y agregó: “Cuando vos estás grabando una novela, pasás a ser familia, porque estás todos los días, no es que me resultaba indiferente generar mala energía”.

La actriz también contó que probó múltiples maneras de hacerle saber de su incomodidad y de sus excesos durante las escenas de amor. Incluso usó los comentarios que se generaban en Twitter en torno a lo desagradables y burdos que resultaban los besos para que el actor reflexionara, pero su actitud persistió: “Tenía 25 años, una presión enorme porque nuestra pareja era muy querida. Yo me lo tomé con mucha responsabilidad, era mi primer protagónico, yo quería ser la mejor, quería que amen a Natasha”, confesó, y siguió contando sus sensaciones frente al atropello del actor: “No tiene que ser tan difícil el momento en el que alguien te dice ‘me in-co-mo-da’. Eran excesos inapropiados fuera de guión. Una persona sabe reconocer cuándo se está pasando o no”.

Luego contó el día que marcó el principio del fin, el momento en el que sintió que ya no podía sostener esa situación y que, frente a la falta de escucha, debía ser ella quien diera un paso al costado para no seguir viviendo cada día de trabajo como una pesadilla: “Un día estaba en escena y mi cuerpo se paralizó y me dije algo está mal. Ni siquiera lo identifiqué bien en ese momento. Hoy, 2018, es otra la historia. Ponete en el contexto de 2012, estaba completamente naturalizado, pensá que recién en 2015 es la primera marcha del Ni una menos. A mí me hizo mucho mal todo lo sucedido”, expresó, y continuó: “Yo tenía que hacer escenas en donde le tenía que morder la espalda aun cuando no quería. Yo, Calu, que vine de Catamarca y que me formé en Córdoba, y que llego a ese momento, en mi cabeza pensaba que jamás iba a dejar que lo que le pasaba a Calu persona se viera reflejado en Natasha personaje. El problema fue que no tuve el valor de decir basta, por la presión, porque era mi sueño y no lo iba a largar tan rápido. Iba a pelear hasta que pudiera. Yo creía que cuando me decía ‘no lo hago más’ no lo iba a hacer más y, sin embargo, lo volvía a hacer. Hubo un momento en que pasa de lo mental a lo físico, yo me paralizaba en la escena, pensé esto es insano, ya no puedo más”.

Ese día, cuando llegó a su casa llorando, entendió que la situación estaba llegando a su punto límite y la llevó a dar el último manotazo, enviar un mensaje al actor para que revisara su comportamiento: “Llegué a mi casa llorando, estaba con una amiga, porque mi familia estaba en Córdoba. Ahí es cuando le mando el mensaje directo por Twitter porque no tenía su teléfono, me decía que no iba a suceder más, pero volvíamos a lo mismo, entonces yo pensaba: o soy invisible o se está cagando en mí. Mi amor propio dijo basta, gracias a mi terapeuta pude bajarme de la tira, porque en mi cabeza era imposible irme. Era mi responsabilidad, no se me cruzaba por la cabeza abandonar”, aseguró.

También destacó el desamparo en el que se encuentran las mujeres frente a este tipo de situaciones, dado que hay poco que pueda hacer la Justicia en estos casos: “Me llena de impotencia, lo pongo en las redes porque es mi canal para contar en primera persona algo, lo visibilizo así porque esto prescribió, aunque tenga pruebas no me sirven”, afirmó.

También reveló que antes de publicar su carta lo llamó a Adrián Suar para ponerlo en aviso, dado que Simona estaba por salir al aire con Darthés al frente de un elenco juvenil: “A Adrián Suar lo llamé y le dije: ‘Quiero que escuches de mi boca lo que a mí me pasó’. Yo le conté todo. Me encontré con un Adrián muy receptivo, empático, pero después… No tengo nada en contra del producto, tengo amigas en el elenco, no quiero que les vaya mal, al contrario, son colegas, pero todo está muy mezclado. Si fuese Suar, priorizaría lo humano ante lo material. Lo único que se me ocurre pensar es que el negocio está por delante”, concluyó

Calu en Intrusos

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Calu muestra el tattoo que se hizo después de sufrir el acoso

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