Días atrás, Susana Giménez contó durante una entrevista con Santiago del Moro que había decidido devolver al criadero a Rita, la perra de raza Vizsla que había adquirido a comienzos de abril, porque la "mordía mucho".
Para justificar su decisión, la diva le explicó al conductor del programa de Telefe Juntos podemos lograrlo que la perrita tenía los dientes muy afilados y le había lastimado mucho las piernas y los brazos.
"Sabés que me mordía tanto, tanto, tanto que estoy deshecha. Los brazos no los puedo mostrar y tengo las piernas ensangrentadas", dijo Susana y explicó que la gente del criadero se la llevó le prometió devolverla en un mes sin la costumbre de morder.
El hecho llegó a oídos de Reneé Cormillot, hija de Alberto, quien criticó con dureza lo hecho por Susana. "Repudio absoluto de mi parte a semejante acto de desamor. Si es verdad que hizo eso, es terrible. Eso lo hace la mala gente, sin corazón y cero concientización con el tema superpoblación y explotación animal", declaró la reconocida proteccionista de animales.
En relación al motivo esgrimido por la conductora para devolver a la perra, Reneé dijo: "El tema que la lastimaba con los dientitos, claro, los perros tienen dientes, sino comprate un perro de peluche".
Y agregó: "Al perro hay que enseñarle lo que el criadero no permitió que le enseñara la madre. Obviamente, en el criadero dudo que los tengan a todos divinos, sueltos, en un parque. Los deben tener en jaulas como lo tienen la mayoría de los criaderos. Ahora, si lo pueden dejar con la madre y la madre le puede enseñar, sí, el cachorro va a bajar la intensidad del juego".
Cormillot también le dio opciones para no tener que devolver al perro si sucede algo así. "También se puede jugar con el cachorro. Porque si gasta energías, el cachorro no anda mordiendo las piernas. Pero bueno hay gente que no tiene ganas de enseñarles, que quieren uno ya educado, todo divino y no formar parte de la crianza de su perro", explicó.
Por último, Reneé aconsejó que la gente compre perritos en los criaderos donde los tratan como "cosas". "Es preferible que adopten. Es preferible que la persona que va a ser su proveedor o su humano de por vida, se tome el tiempo de educar al perro. De enseñarle qué cosas sí y qué cosas no. Hay que saber qué hacer, y si uno no lo sabe: contratar a un adiestrador. La vida de los criaderos es una porquería", cerró.
