No caben dudas de que cualquier paso que dé la pareja entre Benjamín Vicuña y Eugenia “China” Suárez va a estar bajo la lupa y será tema de debate y opiniones divididas. La relación nació en medio de un escándalo de dimensiones mayores y nunca se liberó de ese karma. Están los que son fanáticos de la China y, de la vereda de enfrente, los acérrimos defensores de Pampita que ven en ella a una víctima. Víctima y victimarios, como si se tratara de un delito, pero lo cierto es que estamos hablando de amor y cuando pasa, poco se puede hacer para contenerlo. Muchos menos, si hay una relación mediante que está transitando su final.
Una vez más, están los que hacen una lectura, hay que decirlo, algo enroscada de la elección del nombre por parte de los flamantes padres. Y eso incluye al núcleo cercano a Pampita que, al parecer, también se mostró bastante inquieta y angustiada porque la beba se llame Magnolia. Sus íntimos dicen que se quebró al conocer la noticia y aseguró que la actriz está ensañada con ella. ¿Por qué? Porque el nombre de la pequeña es el de una flor blanca. La asociación que hacen es que las flores blancas son siempre el símbolo con el que Pampita recuerda a su hija fallecida.
Aunque todos señalen a la China como responsable, claramente el nombre fue elegido y puesto con el consentimiento del padre que, tampoco hay que olvidar, perdió a su hija y jamás permitiría una maniobra tan retorcida como algunos quieren interpretar.
El propio actor había reconocido en una entrevista reciente que el fallecimiento de Blanca es una herida abierta y que no es fácil convivir con él porque “no hay un solo día en que no la recuerde y no duela”.
La primera foto de Magnolia
Magnolia se adelantó y llegó casi dos semanas antes
