Desde que Juan Reverdito dejó la casa de Gran Hermano, La Tora está furiosa. Primero, porque no pudo salvar a su amigo al estar sancionada por complot. Pero, más que nada, porque, a pesar de haber ido a placa directo, Alfa siguió en carrera.
Luego de la fuerte pelea en la que estalló a puro insulto contra el participante más grande del reality por el episodio desagradable con Coti, y decepcionada por la decisión del público que sacó al taxista con un récord de votos, Lucila Villar apeló a un recurso extraordinaria: la espontánea.
“Tenemos espontánea hecha por Lucila. Mañana hay gala de eliminación y todo puede cambiar”, anunció Santiago del Moro en la noche del 15 de noviembre, al mostrar a cámara el nombre de la rubia que es una de las que más repudio generan en redes por sus actitudes y videos polémicos.
Si bien el conductor no aclaró que el nominado era Alfa, quedó por descontado por el enojo que la chica de Berazategui tiene con Walter Santiago quien, a pesar de tener actitudes cuestionables que incomodan al resto de los “hermanitos”, sigue ganando adeptos entre los que siguen el programa.
A su favor habló su hija, Ángeles, en A la Barbarossa, donde dijo que su papá “no se mostró como realmente es” para generar algo en el afuera y que ahora “se ablandó y está saliendo su verdadera esencia”.
“Mi papá es así: hace pancito, es paternal, habla de los sueños y tiene esa filosofía de 'a la vida vinimos para disfrutar'… Es un hombre de otra generación, chapado a la antigua, pero no machirulo, no tiene maldad, y creo que eso es lo que le está gustando a la gente”, indicó la joven.