La tormenta ya pasó, ahora llega el tiempo de recuperar energías y modificar hábitos. Diego Maradona abandonó la clínica Olivos, tras diez días de internación y donde fue intervenido quirúrgicamente de una hematoma subdural en el cerebro.
El astro ya se instaló en su nueva casa, que queda en el country Nordelta, de la zona de Tigre, para estar más cerca al lugar de trabajo de su médico Leopoldo Luque. Así de esta manera, ya no reside más en el barrio privado de Brandsen, donde habitaba para disponer de una mayor facilidad para acudir a los entrenamientos de Gimnasia.
Ahora la estrella iniciará un lapso de rehabilitación de su abstinencia, relacionada con su consumo de alcohol y la medicación que tomaba. A raíz de esta situación, Diego contará con un enfermero durante las 24 horas en el hogar, quien convivirá con él y que será el encargado de monitorear constantemente su salud.
“Te extrañé mucho, papá”, escribió Ojeda en la foto.
Una vez instalado en la nueva residencia, Maradona recibió una visita muy especial, la de su hijo Diego Fernando, fruto de la relación amorosa con Verónica Ojeda. De hecho, la blonda se encargó de retratar el momento con una foto muy tierna, en la que se ve a papá e hijo sonrientes.
Ojeda posteó la instantánea en la cuenta de Instagram del pequeño de siete años y le agregó un texto. “Te extrañé mucho, papá”, redactó Verónica en la postal emotiva.
Claro que antes ya había circulado una imagen de Diego en la clínica, en la que se lo ve con su doctor personal y en la que se percibe la herida de la operación en la cabeza. Esa foto fue motivo de una discordancia con las hijas de Maradona, que no estuvieron para nada de acuerdo con la viralización de instantáneas para preservar este momento y focalizar las fuerzas en la rehabilitación.
