La vida de Celina Rucci se alejó por completo de los medios de comunicación argentinos cuando decidió renunciar a Incorrectas a principios del año pasado y se instaló en la espectacular ciudad de New York para acompañar a su pareja.
Sin embargo, en las últimas horas la actriz volvió a ser noticia luego de que confesara mediante su cuenta de Instagram, que en mayo de 2020 había sido diagnosticada con leucemia, y reveló los díficiles meses que pasó luchando contra esta enfermedad.
“El 2020 fue sorpresivo para todos. Para mi se sumó un gran desafío, que por decisión propia decidí ocultar. Las razones eran varias, me había ido a otro país, estaba lejos de mis afectos y no quería que ellos carguen con más preocupaciones. Ese era mi plan, mantenerlo en secreto, hasta ayer que me sucedió algo que me entristeció”, comenzó explicando Celina, compartiéndole a sus más de cien mil seguidores por qué no contó antes su batalla.
No obstante, cargada de valor y con ganas de compartirle al mundo su difícil experiencia, Rucci continuó: “Por eso hoy me armo de coraje y lo cuento a todo aquel que quiera saberlo. El 28 de mayo fui a un control por un suceso fuera de lo común que me estaba pasando. Ese mismo día me diagnosticaron leucemia mieloide aguda y en unas horas me encontraba internada de urgencia en el mejor hospital de New York”.
Asimismo, la actriz explicó que siempre estuvo acompañada de “su hombre”, y que rápidamente, apenas recibió la shockeante noticia, comenzó el tratamiento para vencer la enfermedad: “Mi hombre, quien merece un capítulo aparte de lo grandioso y ángel que es. Pasé muchos días internada, con quimio y todo, siempre lo tomé con una actitud ganadora y mi mente estaba segura que iba a poder con esto, y así fue”.
Pero toda pelea tiene un vencedor, y en este caso fue Celina quien se llevó la medalla dorada: “Después de seis meses de tratamientos, quimios, pinchazos y miles de pastillas, el 23 de noviembre mi doctor me dijo que ya no había rastros de células cancerígenas, lo que se supone que es muy bueno, pero aún no se puede cantar victoria porque en este tipo de cáncer nunca se sabe”.
“Después de seis meses de tratamientos, quimios, pinchazos y miles de pastillas, el 23 de noviembre mi doctor me dijo que ya no había rastros de células cancerígenas, lo que se supone que es muy bueno, pero aún no se puede cantar victoria porque en este tipo de cáncer nunca se sabe”
De todas maneras, lo calificó como un tratamiento “fue muy intenso” y confesó que le “costó mucho disimularlo” para sus redes sociales y sus seguidores: “No quería que la gente que me quiere y sigue me vea débil o frágil, porque esa imagen nunca fui yo, y preferí mantenerlo en secreto. Volví a Argentina, donde me pude reencontrar con mi gente y mostrarles que estoy muy bien y que sigo igual de leona”.
No obstante, Rucci contó una importante experiencia que le sirvió de bisagra para cambiar su manera de pensar y tomar con mayor naturalidad los conflictos que la vida presenta día tras día: “Salí a cenar con amigos, estábamos felices, celebrando la vida, nos pusimos a bailar y en un movimiento brusco se me salió la peluca (que llevo por la quimio). Me sentí tan vulnerable que no pude volver al lugar, ellos me decían que no era nada, pero yo sentí que no pude ocultar más lo que me había pasando”.
Y ante esa situación, recordó cómo se enfrentó a la vida desde joven y la necesidad de liberarse de los prejuicios para dejarse abrazar por sus seres queridos: “Por primera vez me había mostrado enferma a los ojos de los demás y toda esta coraza que vengo armando desde niña para poder sobrevivir en este mundo se me derrumbó en un segundo. Ya no quiero seguir así, y es por eso que hoy me libero”.
Además, para concluir con su sentido posteo, utilizó el hashtag doná sangre, para concientizar a la gente a que aporte su granito de arena para así colaborar con las personas que más necesitan una transfusión.
