Monotemático. Prácticamente todo gira en torno a Wanda Nara en los últimos días, ya sea en las redes sociales, como en las charlas cotidianas en la vía pública. Todo el mundo aborda este presente álgido de la blonda, que pateó el tablero al separarse de Mauro Icardi. En ese contexto, la influencer lanzó una definición muy filosa de la China Suárez.
La influencia de María Eugenia en la ruptura para siempre del matrimonio que supieron cultivar la empresaria de cosméticos con el delantero es innegable. El Wandagate terminó por explotar, como un quiste que latía y crecía en el interior de las entrañas.
Nara se cansó, se hartó, al menos eso se puede elucubrar, de las consecuencias de esa infidelidad, aunque no se haya consumado fehacientemente en lo físico en París, que cometió su ex marido Mauro con la bella actriz. El borde de cumplirse un año de ese encuentro clandestino en un hotel en la capital francesa.
Wanda se convirtió en tema nacional y ante los requerimientos, la enorme exposición, decidió prender la cámara de su celular para armar una transmisión en vivo en su cuenta de Instagram, tal vez motorizada por una búsqueda secundaria de sumar más seguidores y potenciar su veta comercial.
Lo concreto es que en ese feedback en su perfil digital, los usuarios le extendieron cientos de preguntas, de toda índole y Wanda detectó entre el océano de comentarios uno que refería a la China. “¿Cómo quedó la relación con María Eugeni?”, le consultaron y la leyó inmediatamente.
Evidentemente movilizada por el deseo de lanzar una indirecta, una definición picante, Nara bramó: “La verdad es que no tengo relación. Tenía antes pero claramente era una relación falsa". Ese adjetivo eligió vociferar, toda una declaración de lo que piensa de la novia actual de Rusherking.
