Las accidentadas vacaciones de Luciano Castro y Sabrina Rojas: su hijo Fausto se quebró un pie y le pusieron un yeso – Revista Paparazzi

Las accidentadas vacaciones de Luciano Castro y Sabrina Rojas: su hijo Fausto se quebró un pie y le pusieron un yeso

"Mala pata" en Mar del Plata: susto, un rato en el hospital, y bastante dolor. Sin embargo, terminaron todos en la playa. ¡Qué energía!
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2020 mantiene abierta la fábrica de malas noticias, aunque esta no fue tan grave como muchas otras que sucedieron este año maldito y agobiante. El inicio de las vacaciones de Luciano Castro y Sabrina Rojas fue accidentado. Los artistas tuvieron que llevar a su hijo Fausto a un hospital de Mar del Plata, donde después de comprobar que se había fracturado un pie le pusieron un yeso. Así que susto, fastidio, dolor y molestias al por mayor para todo el grupo familiar.

MIENTRAS LO ATENDIAN, LUCIANO CONTENIA A FAUSTO. ¡QUE BUEN PAPA!

Rojas y Castro son fanáticos de la ciudad Feliz. A estas alturas, un clásico de cada verano como la Rambla, el edificio del casino y el Hotel Provincial, la Bristol, los lobos marinos, la calle Güemes, Mogotes, el puerto, el bosque Peralta Ramos, Camet, La Perla, los lechones en Perales y las mejores medialunas del mundo mundial. No hay temporada de verano si ellos no lucen sus cuerpos a orillas del mar o si no hacen surf entre las picantes olas de Playa Grande.

Luciano Castro y Sabrina Rojas son un clásico de los veranos de Mar del Plata. Este año, las vacaciones arrancaron torcidas. Fausto, su hijo, se accidentó y le pusieron un yeso. ¡Pobrecito!

Y este año no iban a ser menos. Así que a mediados de diciembre, sin compromisos laborales a la vista en Buenos Aires, armaron las valijas, cargaron la camioneta y enfilaron por la ruta 2 rumbo a su destino preferido, allí donde alguna vez se dejaron llevar por la pasión a pesar de algunos compromisos que tenían, allí donde admitieron que atravesaban una fuerte crisis y allí donde, también, se reconciliaron ardiendo de salvaje pasión bajó el tórrido sol de enero.

Todo estaba preparado para descansar, disfrutar y olvidar, en parte, las penas por un año intensamente duro y difícil, marcado prácticamente por la falta de trabajo para los artistas. Pero ya desde el primer día llegaron los infortunios. Fausto, el hijo de la pareja, al que hace poco le festejaron el cumpleaños, se accidentó y debió ser llevado de urgencia a un centro asistencial.

Los médicos lo revisaron, le hicieron los estudios correspondientes y con las radiografías y las placas en la mano confirmaron lo que se intuía a simple vista: por las manifestaciones de dolor, el nene se había ffracturado el piecito derecho. De inmediato le dieron algunos calmantes y le inmovilizaron la zona con un yeso. El cariño, el afecto y la palabra contenedora de los padres hizo el resto.

A PESAR DEL YESO Y DEL DOLOR, EL DIA DE LA FAMILIA TERMINO EN LA PLAYA. ¡¡VAMOS!!

Pero a pesar del contratiempo Sabrina y Luciano no perdieron el espíritu playero, y al caer la tarde ya estaban otra vez caminando sobre la arena con el nene cobijado en los fuertes y entrenados brazos del padre, que es un fanático del boxeo tanto para verlo como prácticarlo. De allí esos brazotes en donde Fausto se sintió protegido, abrigado y querido.

Ahora queda esperar que pase el tiempo y la "rotura" se vaya soldando solita. No queda otra. Paciencia, calma y serenidad, que el "mal paso" prontamente será un recuerdo ingrato. Uno más, en medio de este año tan difícil.

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