Aun siendo autor de letras inolvidables y muy queridas para gran parte del pueblo argentino, Cacho Castaña también fue dueño de frases extremadamente polémicas y que más de una vez lo pusieron en el ojo de la tormenta y en el foco de otro sector también muy grande de la gente, que manifestó abiertamente su rechazo a esas palabras.
Aunque su entorno trató de disimularlo con aquello de que “había sido educado en otra época” y que “a la gente grande, deconstruirse le cuesta más que a los de mediana edad”, Cacho quedó muy mal parado cuando en la primera emisión de Involucrados, el ciclo que conduce Mariano Iúdica, se puso a hablar de la inseguridad y les dijo a las mujeres “si viene la violación, relájense y disfruten”.
Se le vino el mundo encima y aunque rápidamente aclaró que no quiso decir lo que dijo y hasta pidió disculpas, en ese momento tuvo que suspender presentaciones porque algunos grupos feministas amenazaron con acercarse a los teatros para escracharlo.
Fue el último de varios tropiezos verbales que tuvo en los años más recientes. Uno de ellos lo protagonizó no por algo que dijo, sino por una cosa que escribió. La canción se llama “Si te agarro con otro te mato” y no hace falta agregar nada más para que queden en claro dos cosas: que esa canción nunca tendría que haber existido, pero una vez que la compuso lo atrasada que quedaba en la sociedad actual, que condena con todas sus fuerzas los femicidios.
“Dicen que yo soy violento, pero no te olvides que yo no soy lento/dicen que yo soy celoso pero no te olvidés que yo fui tramposo/si te agarro con otro te mato, te doy una paliza y después me escapo” decía la letra. Cacho no pudo cantarla más.
Antes se había ganado otra cuota de antipatía cuando pidió “sacar los tanques a la calle” para enfrentar los casos de inseguridad urbana que reflejaban con grandes titulares los medios de comunicación.
Aquel pedido de mano dura le reportó aplausos de una parte de la sociedad –la que reclama ese tipo de medidas para enfrentar al delito- pero también el enojo de quienes vieron en esas palabras la reivindicación de tiempos ya olvidados.
Antes, un reportaje que le dio a Paparazzi puso en vilo a los sectores progresistas de la farándula. Siempre directo en sus palabras, Cacho aseguró que “hacer el amor con Florencia de la Ve sería como tener sexo con un albañil”. La comunidad LGBT le salió con los tapones de punta y el compositor, una vez más, tuvo que aclarar que no quiso lastimar a nadie con sus palabras. Cantando dejó una huella imborrable. Y declarando también, pero en el sentido opuesto.