Sonriente, feliz, radiante. Luisana Lopilato camina por un período maravilloso, de esos que iluminan la vida y que estimulan la experimentación de emociones espléndidas, únicas y trascendentales que no se comparan con nada.
La talentosa actriz navega por las aguas del embarazo, un estadío que ya disfrutó en otras tres ocasiones, siempre en compañía de su marido, el canadiense Michael Bublé. Claro que este presente despierta mucho interés del público, deseoso de las novedades de la argentina.
Tras confirmar a principios de marzo que se venía el cuarto hijo de la pareja y que la familia se agrandaba, Luisana abre pequeñas rendijas para compartir el avance y evolución de su pancita, que no detiene el crecimiento en la gestación del bebé.
Instalada en Argentina hace unos días, donde arribó para protagonizar Matrimillas, un film que produce Netflix y en el que trabaja con Juan Minujín, Lopilato decidió retratar un instante mágico, un momento al borde de un lago con lo que se percibe su vientre.
Con un vestido suelto, en color negro, la cabellera ondulante con el viento, Luisana escribió en su cuenta oficial de Instagram una reflexión interesante: “Qué rápido pasa el tiempo”. Una elección de palabras que refieren a la sorpresa que genera el progreso del embarazo.
Bublé contó, recientemente, como se originó la idea de traer un nuevo miembro del clan al universo: “En los últimos dos años, le dije muchas veces: me encantaría tener uno más, ¿te gustaría tener uno más? Ella me decía: Ah, no, estoy bien, creo que es una buena familia. Y luego, un día, hace 9 o 10 meses, de repente, ella dijo: ¿Sabes qué? Tal vez uno más. Y yo suspiré. ¡Estaba tan emocionado!”.
