Las redes sociales se erigen en un instrumento valioso, que conecta y teje articulaciones entre personas de todo el mundo. Una ventana que se abre y que posibilita todo tipo de comportamientos sociales. Además, son un espacio para que los famosos usufructúen acuerdos comerciales.
No solo significa una vidriera al día a día, a la cotidianidad, a las actividades rutinarias. Para las celebridades adquieren otro peso, por los canjes con marcas, por las visualizaciones, por los millones de seguidores. Por eso, Noelia Marzol no pudo contener su ira.
Resulta que Instagram le jugó una mala pasada, al igual que un sinfín de mujeres célebres que cayeron en esas garras, al suspender el perfil oficial de la bailarina. Un contratiempo muy dañino, que la perjudica, que la hunde en un periodo de mucha burocracia para recuperarla.
Noelia saltó a Twitter para iluminar esta circunstancia y ahí se descargó con todo contra la plataforma que le bajó la cuenta. Sin miramientos, ni eufemismos, ni filtros, la talentosa artista escribió con toda honestidad: “¡Me inhabilitaron Instagram por actividad sexual! ¿Es joda?”.
EL ENOJO DE NOELIA MARZOL CON INSTAGRAM
Y luego realizó un análisis de lo que acontece en esa red social en modo de comparativa de sus contenidos con otros y sostuvo: “La cantidad, pero la cantidad de cuentas de pedofilia que existen y no las cierran, y ¿a mí me la cierran por aparecer en bikini? Chau”.
Por el momento, Marzol no ha encontrado los mecanismos acordes para conseguir que Instagram le devuelva el control de su perfil digital. En otros casos como el de Yanina Latorre o Florencia Peña tuvieron que esperar largas semanas para recobrar su cuenta.
