Gran Hermano 2022 trajo nuevos "mediáticos" como Holder, apariciones sorpresivas como la mamá y la novia de Holder, a Alfa y a Thiago como incipientes "ídolos populares", a Julieta como una suerte de "princesa de las buenas ondas" que amenaza con llegar lejos, a los "odiados Monitos" que parecen tener poco futuro dentro de La Casa, a otros cuantos jugadores medio insípidos por ahora, y a un montón de "expertos" que hace 5 minutos no tenían ni idea de lo que era un realitie pero ahora opinan como si fueran sabiondos.
Además de todo eso, consagró a Pampito como una especie de "justiciero" contra la familia del "jugador del pueblo", a la que acusa de descuidar a los más chicos del clan y de perjudicar sus chances de ganar los 15 millones que ayudarían a sacarlos de la pobreza.
Thiago se volvió rápidamente el preferido del público. Su dura historia de pobreza, humildad y sacrificio (trabaja muchas horas en el Mercado Central y después, aunque se caiga del sueño, cartonea para ayudar a los suyos) tocó la fibra íntima de los televidentes que lo convirtieron en el máximo favorito de las dos primeras semanas del juego. Si va a llegar a la final, si aguantará el encierro, si no se mandará ninguna macana que lo pueda perjudicar en los 4 meses que durará la aventura, solo Dios lo sabe.
Eso adentro de la casa. Afuera, la familia adquirió un protagonismo sorpresivo y escandaloso. Porque después de una nota que le dieron a LAM todo se les volvió en contra. El motivo para que dos de los hermanos de Thiago no vayan a la escuela (falta de vacantes en el colegio) no convenció y se largó a rodar un rumor feo y algo hiriente: la versión decía que "no los mandan a la escuela para hacerlos trabajar recolectando cartón en la calle".
Se metió Estefi Berardi en el medio, averiguó que la intendencia de La Matanza mandó un asistente social a la vivienda de Thiago en González Catán pero no fue recibido y todo derivó en un bochorno donde la principal "señalada" resultó Camila, la hermana mayor de Thiago. Contra ella explotó Pampito en el día de ayer, cuando le gritó "si tenés tiempo para pelotudear en TikTok o para ir a anotarte en Gran Hermano también deberías tenerlo para mandar a la escuela a los chicos". Ahí se armó un gran tole tole que incluyó audios un tanto violentos y una nueva nota también muy caliente.
Con la temperatura del caso por las nubes (y el rating parecido, porque si el tema no rindiera nadie le daría mucha bolilla) en Mañanisima volvieron a tocar el tema y el periodista reafirmó sus dichos, pero ahora dirigió su enojo contra el papá de Thiago, Julio.
"Uno se la agarra con la hermana pero vamos a decir la verdad, acá el caradura es el padre que es el que se tendría que hacer cargo del hijo y de su escolaridad. Ellos naturalizan el trabajo infantil y eso es gravísimo. Ese chico tendría que estar en la escuela, o de última jugando, pero jamás trabajando", bramó.
Furioso y desencajado, Pampito no acalló su voz y el que también la ligó fue el notero de LAM, Alejandro Castello, quien fue el encargado de llevar el micrófono al Oeste del Gran Buenos Aires y trasladarles algunas preguntas a los familiares de Thiago. "Dijo agunas pavadas" lo acusó Pampito. "Es divino, es muy bueno, lo reconozco, pero se equivocó con algunas cosas que dijo" y justificó ese accionar "porque es lógico que ya fue dos o tres veces a la casa de la familia y está claro que empatizó con ellos, pero está equivocado". ¿Nace un nuevo conflicto entre Pampito y LAM?
