Las redes sociales y la tecnología de avanzada construyeron "mil" nuevas maneras de comunicación pero al mismo destruyeron, en parte, el lenguaje que se conocía hasta que aparecieron los mensajes de texto, luego Messenger, más tarde WhatsApp y por último "los privados" de Instagram, Twitter o Facebook.
Los tutores de la RAE, Real Academia Española, se deben dar la cabeza contra la pared cada vez que leen expresiones muy habituales como "xq" (porque o por qué), "q" (que) o "va a hacer abogado" (va a ser abogado), sólo por citar un puñado de ejemplos. Ni hablar de la reacción que podrían tener si se enteraran lo que puso Wanda Nara cuando intentó agradecer a la Revista Gente la invitación para ser parte de su tradicional tapa de los personajes del año.
Wanda posteó la tapa y escribió, textual, después de "arrobar" (otro verbo incorporado en estos tiempos) a la publicación: "Gracias por averme elegido entre los personajes Argentinos del Año". En realidad, "Argentinos" y "Año" tampoco van en mayúsculas, pero bueno, eso vaya y pase.
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En cambio, lo de "averme" no tiene ninguna explicación ni justificativo. "Haberme" tendría que haber, precisamente, redactado: "Gracias por haberme elegido entre los personajes argentinos del año".
Quien advirtió la falla ortográfica fue Angel de Brito, quien muchas veces insiste con la prédica de que la gente estudie, se cultive y se prepare, sobre todo si va a estar vinculada con los medios de comunicación. El conductor de LAM y el Cantando 2020 la subió a sus redes sociales, y las reacciones fueron inmediatas. La mayoría escribió burlas y cargadas.
Wanda, que en las últimas semanas acercó posiciones con su papá, Andrés Nara, quiso agradecer a la revista Gente y cometió un error que llamó mucho la atención.
Wanda pasa su vida en Europa, siguiendo el derrotero de su marido, Mauro Icardi, por los distintos clubes de futbol que lo contratan. Así como hizo en su momento con Maxi López, ahora negocia los contratos de su actual pareja. Primero vivieron en Milán (el jugaba para el Inter) y ahora se afincaron en París, donde él es una de las estrellas del poderoso PSG.
Quizás todos esos años en el extranjero (más de 10) le hayan quitado a la rubia alguna cercanía con el idioma castellano, aunque siempre fue muy correcta al expresarse. Esta vez, jugando con la profesión del marido, la pateó afuera con el arco sin protección.
