Hace un año, estalló el Wandagate, un escándalo que involucró a la China Suárez, Mauro Icardi y Wanda Nara y que lanzó esquirlas para todos lados. Además de haber sido la semilla del final de un matrimonio (o dos), el affaire arrasó con varias amistades, entre ellas, la que Eugenia tenía con Paula Chaves.
Amiguísima de Zaira Nara, Paula encontró reprochable el manejo de la China y la relación se enfrió para siempre. Algo parecido pasó con Mery del Cerro. Sin embargo, la pareja de Peter Alfonso siempre intentó evadir el tema que la afectó profundamente, sobre todo, luego de las declaraciones de la actriz en el ciclo de Jey Mammon.
Interceptada en un evento por el móvil de Socios del espectáculo, la morocha fue clara cuando le consultaron por su amistad con la novia de Rusherking: “Yo opté por no hablar, estoy harta de ver mi cara; no reniego de la prensa, pero me pone mal estar en los portales”.
Y fue al punto que más le molesta del asunto: “Siempre que ella da una nota, pobre, capaz no sabe qué decir, contesta ‘me quedé con los que me importaban’ y siempre soy yo la que cae en ´los que no”. “Siempre se la liga conmigo, entonces prefiero no hablar”, explicó.
Sin embargo, aclaró que no espera ninguna clase de “mea culpa” de parte de la actriz. "No, Para mí es algo que ya está. No quiero decir nada porque después veo mi cara en una nota y me da taquicardia, la paso mal, lo sufro. A mí me hace mal, no estoy acostumbrada”, señaló.
Paula anunció que puede que más adelante se anime a dar su versión de lo que pasó con Sangre Japonesa: “En algún momento, cuando tenga ganas y esté entera a nivel emocional, diré como fue todo, la verdad. No quiero alimentar eso de 'me quedé con mi círculo íntimo', no".
Y aclaró, contundente: "Igual tampoco nunca fui parte de ese círculo, en verdad… Pero no voy a decir nada, no quiero dar títulos ni nada”.
