Virginia Gallardo es otra de las tantas víctimas del doctor Aníbal Lotocki. Y no sólo eso: según Adrián Pallares, compañero de la correntina en Socios del espectáculo, "cuando alguien se iba a operar con él le ofrecían hacerle "la cola Virginia Gallardo".
A ese punto había llegado la relación entre los dos. La panelista sabe de lo que habla. Lo ha sufrido en carne propia. "Tengo como un cemento en mi cuerpo", contó. Desde ese lugar habla con bronca, con enojo, con furia. Quizás por eso confesó que "no puedo entender" a Silvina Luna cuando la rosarina cuenta que prefiere atravesar la enfermedad "desde la aceptación y no desde el rencor o el resentimiento".
"La verdad, tengo que decir que la admiro. Tengo que admitir que lo primero que siento es admiración. No es que me da bronca lo que dice, solo que no lo entiendo. Si es cierto esto que manifiesta, si es cierto que logró alcanzar el perdón y no le tiene bronca ni siente ganas de putearlo, yo la admiro", remarcó Gallardo sentada a la mesa del programa de los mediodías del 13.
Mariana Brey, otra de las panelistas del ciclo, notó cierto resquemor en las palabras de su compañera y se lo hizo saber con una pregunta directa y al hueso: "Virginia, noto que tenés un cierto enojo con Silvina. ¿Hay algo que no lo perdonás, o algo así?".
Entonces, Gallardo continuó con su discurso. "No, no, no, no tengo enojo ni bronca. Lo que no logro es entender como no tiene resentimiento", insistió.
Gallardo consideró que "yo le tengo más bronca por lo de Silvina que por lo mío" y estimó que "mi caso de alguna manera no tiene nada que ver con el de ella, por eso yo puedo hablar" y después de decir eso repitió una vez más que "sinceramente siento admiración por Silvina, pero no la puedo entender. Eso algo muy personal que me pasa a mi, no digo que todos tengan que pensar lo mismo". Luna está internada en terapia intensiva con pronóstico reservado.
VIRGINIA GALLARDO CONTO EL DRAMA QUE VIVE POR CULPA DEL DOCTOR ANIBAL LOTOCKI
Hace muchos años, Gallardo tomó la pésima decisión de operarse la cola con el doctor Lotocki. "Al poco tiempo empezaron los problemas. Los dolores, tremendos, incluso a mi se me cortó un tendón. Todos me veían que llegaba llorando a los trabajos que tenía. Llorando del dolor. Lo llamaba y me decía "tranquila, ya va a pasar, forma parte del proceso de recuperación", pero la cosa se ponía cada vez peor y a mi me costaba todo. Iba al consultorio y me daba inyecciones que yo supongo que eran analgésicos", recordó la correntina.
"Eso que me puso cuando me operó se fue transformando en párticulas como de cemento. Yo ahora tengo cemento en la cola, en el cuerpo. Tengo cemento. Y si me lo quisiera sacar no sólo me tendrían que operar y abrir, sino que deberían rebanarme el músculo, porque ese cemento se metió ahí adentro. Sería muy riesgoso y sin garantía, entonces los médicos me aconsejan que lo mejor es no hacer nada. No hacer nada y rezar para que esto siga así", redondeó.
