Una de las chicas que aporta su cuota de frescura a la casa de Gran Hermano es Rosina Beltrán, la participante uruguaya que cada tanto descoloca a los hermanitos con su ingenuidad y sus curiosas actitudes. Pero para Lucía Maidana, lo de Rosina no es personalidad, sino un trastorno.
Así se lo planteó Lucía a Bautista, entre susurros, mientras opinaban sobre la forma de ser de la morocha de 26 años que esta semana la encaró en el baño al sentirse objeto de hostigamiento y burlas constantes.
“A mí me da cosa molestarla, y juzgarla porque para mí tiene algo en serio, no es normal. Tiene algo de inmadurez”, dijo Lucía y se explayó en su hipótesis: “Para mí tiene adolescencia tardía. Yo hice la tesis en el colegio cuando me recibí sobre eso”.
“Qué se yo, es colgada. Bueno, le lleva siete años a Zoe y…”, agregó Bautista, que se permitió dudar sobre el fuerte estamento de su compañera acerca del supuesto trastorno que padecería Rosina, una de las más queridas en el afuera.
LA ANGUSTIA DE ROSINA BELTRÁN EN GRAN HERMANO
"No entiendo tus chistes, no es que no entiendo nada. Los chistes no los entiendo porque me tomo todo literal", explicó Rosina a Lucía, visiblemente angustiada. "Vos repetís mucho 'no te entiendo, no te entiendo' y nos da gracia. Pero no es que te juzgamos”, le respondió la salteña.
Y dijo más: "Se ríen con vos no de vos. Para mí todos te quieren, no es que nadie te esté pinchando. Mi personalidad es así, yo con mis amigas soy así". Pero Rosina tenía otro punto de vista: “Siento que me agarran de punto muchas veces. No me lo tomo personal pero llega un punto que me afecta porque es todo el tiempo".
