Hace algunas semanas, la televisión argentina fue testigo de un momento inesperado y explosivo. Mariana Fabbiani, visiblemente molesta, se despachó en vivo contra Viviana Canosa, pero en medio de su monólogo hubo un destinatario inesperado: Adrián Suar.
Las palabras de la conductora no solo encendieron la polémica, sino que dejaron al descubierto una interna que venía creciendo en silencio desde el día que cortó casi por completo la relación con quien fuera su amigo.
Durante su programa, DDM, en la pantalla de América, Mariana no se guardó nada. En medio de su enojo por lo que consideró una amenaza por parte de Canosa, también apuntó directamente al director artístico de El Trece.
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“Lo que sí me sorprende es que pase desde la pantalla de Canal 13, que tenía prestigio, calidad y calidez... Entonces yo le voy a preguntar a Adrián: ¿qué estás haciendo? ¿Hasta dónde vas a llegar? ¿Cuál es el límite?”, lanzó sin filtro. Su mensaje fue claro: el canal que ella amaba ya no es el mismo.
Lo que parecía una crítica puntual terminó de tomar forma cuando Ángel de Brito salió al cruce con información interna. Desde su ciclo Bondi Live, el periodista fue contundente: “Mariana no se lo fuma a Suar. No tienen relación desde hace muchos años. Pasaron cosas”.
Según su relato, el vínculo se rompió definitivamente cuando se levantó el ciclo anterior de Fabbiani en El Trece. Una decisión que, según su círculo íntimo, la dejó dolida y decepcionada. "No lo pudo perdonar, lo mismo que su marido, Mariano Chiade, con quien hicieron muchos negocios", dijeron.
LA GOTA QUE REBALSÓ EL VASO DE MARIANA FABBIANI
Aunque el conflicto con Canosa fue el disparador, las palabras de Fabbiani dejaron ver que el enojo venía acumulándose hace rato. “Para mí, no vale todo por un punto de rating, que ni siquiera consiguen encima”, sentenció. Fue una frase que resonó con fuerza en los pasillos del canal, y que dejó en evidencia la fractura entre la conductora y el productor más influyente del grupo.
Fiel a su estilo, Mariana también apuntó sin eufemismos contra Canosa, a quien acusó de hostigamiento y de lanzar amenazas públicas y privadas. “Viviana Canosa, decí lo que tengas que decir, basta”, expresó en vivo. Y no se quedó ahí.
“La culpa no es del chancho sino del que le da de comer. Viviana nació chancho y morirá chancho”, dijo con una dureza que no dejó margen para interpretaciones. El dardo estaba bien dirigido: Adrián Suar y los popes de Canal 13.
Mientras Viviana Canosa respondió a su manera, sin filtro y con ironía, Adrián Suar optó por el silencio. Pero el daño ya estaba hecho. Las palabras de Mariana no fueron producto del impulso: fueron el reflejo de años de distancia, desencuentros y decepciones. Una amistad y una relación laboral que parece haberse roto para siempre.
