Una de las grandes variaciones de Gran Hermano, en pos de añadir un poco de condimento a estas semanas, se configuró con el extraño ingreso de dos perros cachorros. Una movida de la producción para salpimentar la dinámica de la casa. Pero un descuido casi terminó en tragedia.
El caniche marroncito se metió en un problema, por la curiosidad que le generó la piscina y a pesar del cerco de seguridad se zambulló en el agua. Mientras todos los participantes se encontraban alborotados por la entrada de un familiar de cada uno.
Esos minutos de perder de vista a la mascota pudo culminar en un desenlace triste, doloroso. Empero, Camila se percató a tiempo, detectó que Caramelo cayó en la pileta y lo rescató de lo que podría haber significado un ahogamiento.
Desde el patio se percibió el bramido de la blonda, que desesperada exclamó: “¡Se cayó!”. Así todos los habitantes de la casa estallaron en la preocupación, mientras que la madre de la Tora vociferó: “¿Quién se cayó? Pobrecito...”. Así se abrió un campo de corridas, de desesperación mayúscula.
Tras conseguir un repasador para secarlo, Camila se lamentó de todo lo sucedido y contó: “Menos mal que lo vi”. Y para aportar más detalles del accidente, la blonda exteriorizó: ”Lo vi adentro de la pile”. Lamentablemente, la producción cortó la transmisión para guardarse el material en exclusiva.
En otro momento, ya de noche, con los concursantes en las camas, Julieta manifestó su dolor: “Chicos, cómo se cayó Caramelo...”. Nacho la interrumpió para frenar de cuajo toda conversación: “No se habla de eso”. Lucila también avaló esa postura de no abordar jamás esa tragedia: “No se habla más”.
