"El accidente de Fede fue más grave de lo que se cuenta en las redes, de verdad le podría haber costado la vida y nunca en la historia de la tele pasó algo de esta magnitud". Así de dura y contundente fue una de las primeras frases que pronunció Matías Alé al reemplazar de urgencia a Carmen Barbieri al frente de Mañanísima, el programa que la comediante abandonó de un momento a otro para acompañar a su hijo accidentado en Brasil.
Entre el actor y sus tres compañeros -Pampito y Estefi Berardi, los habituales panelistas del ciclo, más Mariano Caprarloa, que volvio para "hacerles el aguante" en una situación tan difícil y después de haberlos sorprendido la semana pasada asegurando que Martín Redrado es el padre de Matilda, la hija de Luciana Salazar- reconstruyeron las dramáticas escenas que sucedieron el último viernes por la media tarde.
Fede Bal estaba en Paraty, una paradisíaca playa ubicada a unos 100 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro, cuando se dispuso a protagonizar una "escena de riesgo" para su programa Resto del mundo. Debía volar sobre el mar en un "parapente a motor". Por un desperfecto técnico que se combinó con una desfavorable situación climática, el motor del aparato se desprendió de su estructura y fue a dar contra el brazo de Bal. Lo quebró en tres pedazos.
"El accidente fue más grave de lo que se dijo. Fede tranquilamente podría haber muerto. Cuando vio a Carmen se puso a llorar como un chico. No entienden cómo hicieron eso si el motor ya andaba mal".
"Si en ves de caer sobre el brazo le caía en la cabeza, directamente lo mataba porque es como un ventilador que tiene esas aletas" les contó Carmen a sus compañeros en una comunicación que mantuvo en las últimas horas. "Esto lo digo porque ella me autorizó a hacerlo. Cuando llegó y vio a Federico, él se largó a llorar como un nene y le dijo que de verdad se podría haber muerto, que el accidente fue terrible" contó Estefi Berardi.
"Lo que nos contó Carmen es que Fede no se murió porque no era la hora de él indudablemente, porque por centímetros ese aparato no le cayó en la cabeza. A pesar de la buena onda que pone él, que no para de agradecerle a todo el mundo y que no quiere asustar a nadie, sobre todo después de lo que le pasó con su salud, el hecho fue tremendo y la gravedad es muy importante", agregó Pampito.
"Hay algo que no se explican y es muy difícil de entender es por qué, si apenas había arrancado ya notaban que algo andaba mal, porque no frenaron el arranque del aparato y dejaron en la nada el viaje. Se preguntan qué hizo el supervisor, la persona que estaba a cargo del viaje y del aparato. Está muy mal eso que pasó. Carmen estaba desesperada. Este parapente ni siquiera llegó a despegar, y todos piensan qué hubiera pasado si el motor se quedaba en el aire. Era un problema muy grande", resumió Estefi.
