La historia entre Julieta Prandi y su exesposo Claudio Contardi incluye un sinfín de aristas escabrosas, de mecanismos espurios, de comportamientos horrendos para construir un verdadero infierno para la modelo.
Los reclamos de la conductora de América para que la Justicia intervenga y subsane una enorme gama de irregularidades se intensificaron en el último tiempo. La blonda ya se cansó de esperar que los tribunales actúen y por eso salió con más potencia a exponer su caso en los medios.
Tras una nueva dilación y una ordenanza incoherente de los tribunales, Prandi posteó en su Twitter: “Para lo único que me citaron es para dividir mis bienes , ahora para que él pague alimentos, para que se suspenda el régimen de visitas y se ordenen todas las cosas que se tienen que ordenar por violencia, no”
Además agregó más datos escalofriantes en una nota con A la tarde: “Estoy sin ninguna medida que ampare a los chicos y él vive en mi casa de Escobar. Ya no soy la voz de Julieta, sino la de muchas mujeres que pasan por el mismo manoseo, letargo y desidia de la justicia. Yo hace tres años no tenía para comprarle antibióticos a mis hijos, y por eso tuve que sacar un préstamo”.
En todo ese testimonio valiente, loable y que surge desde las entrañas del dolor más profundo de Prandi, apareció una revelación de Cora Debarbieri, quien comparte el ciclo Es por ahí con la modelo. La panelista describió un episodio de angustia extrema de Julieta en pleno aire de América.
“Yo estuve hoy con ella y la note muy, muy angustiada, no la había visto tan mal como hoy, de hecho voy a contar una infidencia, espero que ella no se enoje…pero en un momento, en un corte del programa, ella salió especialmente para hablar con su pareja, Emanuel Ortega, porque realmente estaba muy quebrada”, explicó.
Cora también agregó otra circunstancia que presenció sobre el semblante de Julieta y especificó: “Además hoy participó del programa Ángela Leiva que tiene una historia muy similar, en algunas cosas, y eso la sensibilizó muchísimo”.
