Gran Hermano acaba de terminar, después de un último esfuerzo para desembocar en la ansiada gran final, esa velada que determinó el ganador del exitoso reality, que sacudió todos los ratings. Marcos se erige en uno de los más queridos por la gente, y eso lo llevó a la consagración.
Con ese perfil de tranquilidad, de parsimonia, de esquivar los roces, los problemas, y más bien encerrarse en la reflexión y la introspección, el salteño avanzó durante cinco meses con un ritmo sostenido hasta ese momento conclusivo.
En esas sorpresas que ideó la producción, Marcos pudo disfrutar de más de una semana de compañía de su hermana Valentina, quien se destacó por su carisma, su aura positiva y evitó las eliminaciones para mantenerse hasta el límite que propuso el programa.
Como si fuese poco, el salteño también recibió a su hermano, quien viajó especialmente para fundirse en un abrazo conmovedor, en una visita exprés a la casa más famosa de la televisión argentina. Y también de su polémico papá, que ahora se tiró para el lado de la política.
LA HISTORIA DE LA FAMILIA DE MARCOS DE GRAN HERMANO
No obstante, el punto más peculiar se produjo hace unos días, cuando Gran Hermano permitió el ingreso de los seres queridos de los últimos cuatro participantes.
Marcos solo se encontró en el salón de usos múltiples con su padre, así se activó la duda respecto al motivo que talló en su madre, Carola Moraiz, para no viajar hasta Buenos Aires y sumergirse en las entrañas del reality para disfrutar de unas horas con su hijo.
La mujer solo aceptó armar un video muy corto, de unos segundos, con el que saludó al finalista del certamen. Ahí, la progenitora del participante expresó: “Hola, mi amor. ¿Cómo estás? Espero que estés muy bien. ¡Ya pasó tanto tiempo! No te imaginás cuánto te extraño".
Tras más de cinco meses de lejanía, de una distancia insalvable y de cero contacto, Carola le dijo en ese mensaje: "Tengo muchas cosas lindas para contarte. Además, quiero decirte que estoy súper orgullosa de vos. Bueno, mi amor, ya falta muy poquito. Así que fuerza. Te mando un beso enorme".
Lo cierto es que Moraiz le tema a la exposición pública, ha evitado a lo largo de todo este tiempo brindar entrevistas a los medios e incluso se supo que prácticamente la obligaron a ir a la casa de Gran Hermano y no aceptó bajo ningún punto de vista por su pavor a las cámaras.
