Villa Carlos Paz significó un ambiente ideal para experimentar sensaciones poderosas, como la adrenalina de subirse a las tablas cada noche en un éxito rotundo. Pero, este verano no solo fue una confirmación en lo profesional para Rodrigo Noya, que la rompió en Atrapados en el museo, también se erigió en un periodo bonito para conocer a una mujer despampanante como Belén Di Giorgio.
La buena onda entre ambos se transformó en un romance, en compartir momentos juntos, en disfrutarse mutuamente. Y así lo había confirmado Rodrigo a fines de enero. El vínculo continuó hasta la noche del martes, cuando Noya se presentó en el teatro Candilejas para ver a Belén romperla en La jaula de las locas. Una promesa que adeudaba.
El inconveniente ahora refiere al retorno del nacido en Chascomús a la city porteña. En ese punto se abre la incógnita de cómo seguirá esta historia entre ellos. Rodrigo atendió a Paparazzi, minutos antes de emprender su regreso a Capital Federal, y compartió por primera vez con los medios las sensaciones que lo abordan por esta relación.
NOS LLEVAMOS MUY BIEN, LA PASAMOS GENIAL, ASÍ QUE IREMOS VIENDO QUE SUCEDE
“Anoche fui a verla a La jaula de las locas, que no había podido hacerlo en todo el verano, sí ya estuve en Mar del Plata la temporada pasada, pero en Carlos Paz no pude antes por los horarios”, describió el talentosísimo artista.
Ante la consulta de si considera que el romance puede atravesar el verano y continuar y pasar a otro estadio, Rodrigo soltó: “La verdad es que no lo sabemos, nos llevamos muy bien acá (Carlos Paz), la pasamos bien. Así que es algo que lo vamos a ir viendo entre los dos y veremos qué sucede”.
SE VERÁ CUANTAS GANAS Y CUANTO NOS INTERESE SEGUIR VIÉNDONOS
Hay algunas cuestiones que complican, porque los caminos laborales, y personales, de los dos se sumergen en diferentes latitudes. “Yo me vuelvo a Buenos Aíres y ella tiene que irse a Mar del Plata y además cada uno tiene su trabajo y todo. Se verá cuantas ganas y cuanto nos interese seguir viéndonos. Por ahora es ir tranquilos, sin proyectar nada”, explicó Rodrigo y dejó abierta la puerta.
